Reseña: Granada

En el año 2003 el Spiel des Jahres fue a parar a Alhambra, un juego del diseñador Dirk Henn (Cable Car, Colonia, Eketorp, Metro, Shogun y Timbuktu) publicado por Queen Games y en España por Mercurio Distribuciones.

Del Alhambra se han editado infinidad de ampliaciones que han dado lugar a una de las familias más numerosas en el mundillo de los juegos de mesa.

El año pasado Queen lanzó al mercado Granada, otro juego de la familia del Alhambra que no es ninguna ampliación, sino un juego nuevo e independiente con las mismas mecánicas que el juego madre, pero con un par de modificaciones que lo hacen más estratégico.

Componentes

Los componentes, como en casi todos los juegos de Queen Games, son de muy buena calidad. La única pega que se le puede poner es, como siempre, el excesivo tamaño de la caja.


Objetivo del juego

Los jugadores deben ir cogiendo dinero para comprar con él losetas de construcción que servirán para que cada jugador vaya edificando su propia ciudad.

A lo largo del juego hay tres recuentos de puntuación y en ellas cada jugador obtiene puntos por el río ininterrumpido más largo (1 punto por borde de río) y por cada tipo de construcción. El jugador que obtiene la mayoría de un tipo de edificio obtiene puntos de victoria.


Al final de los tres recuentos, el jugador con más puntos de victoria gana la partida.

Mecánicas del turno

En su turno un jugador puede hacer una de estas tres acciones:

- Coger dinero de los cuatro tipos de dinero existentes.
- Comprar losetas de edificio pagando en el tipo de dinero adecuado (sin obtener cambio y consiguiendo una acción extra si paga el importe exacto).
- Modificar su ciudad. Es decir, cambiar una de las losetas ya construidas por una de la reserva (comprada antes, pero no colocada) o retirar una loseta ya construida y colocarla en la reserva.

Como veis las opciones del turno en Granada son las mismas que en Alhambra. Las diferencias entre ambos juegos son las siguientes:

- Losetas de doble cara: en Granada todas las losetas de edificio tienen doble cara, una par y otra impar, con un edificio de diferente tipo en cada una de ellas. Cada vez que colocamos una loseta en nuestra ciudad podemos hacerlo por el lado que la compramos o bien por el otro pagando tres monedas extra de un mismo tipo. Esta variación permite más estrategia que en el Alhambra, pues al comprar una loseta podemos elegir entre cual de los dos edificios (par o impar) queremos construir. Eso nos permitirá luchar por las mayorías de más tipos de construcción.


- Puntuación en los recuentos: en Alhambra, cada tipo de edificio daba al jugador con mayoría un número cerrado de puntos que venía determinado en las cartas de recuento, es decir, ya venía establecido en el juego. Por ejemplo, en el tercer recuento, quien tenía la mayoría de pabellones obtenía 16 puntos, el segundo con más pabellones 8 puntos y el tercero un punto. En Granada, el que tiene la mayoría de construcciones de un tipo se lleva tantos puntos como construcciones de ese tipo haya en las “Granadas”, es decir, en las ciudades de todos los jugadores. Así, en el tercer recuento, si en todas las ciudades de los jugadores hay construidas diez escuelas, el jugador con mayoría se llevará 30 puntos (3x número de edificios de ese tipo), el segundo con mayoría se llevará 20 puntos (2x número de escuelas) y el tercero se llevará 10 puntos (uno por cada escuela existente en todas las “Granadas”).

Opinión

Como ya he dicho, Granada es un juego familiar, con mecánicas sencillas que permitirán jugar a grandes y pequeños. Normas fáciles de explicar y de entender y muy sencillo de jugar. Además, tiene el suficiente punto de estrategia como para poder sentarnos con nuestros hijos a echar unas partidas.

Lo que más me gusta.

Con un par de variaciones respecto al Alhambra se crea un Alhambra mejor: más estratégico y con un poquito de mala leche.

Lo que menos me gusta.

No hay demasiada interacción entre los jugadores, a veces da la sensación de que juegas solo y de que tu turno se limita a comprar y coger dinero. Es un poco la sensación que se tiene a veces en el Ticket to Ride, esa sensación de robar cartas y pasar turno o colocar vagones y pasar turno.

Recomiendo este juego para los amantes de los juegos familiares y, sobre todo, para los fanáticos del Alhambra, pues encontrarán en este Granada un "Alhambra tuneado", más estratégico y con más posibilidades.

Saludos