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martes, 25 de enero de 2011

Descubrimientos de enero


El tiempo pasa muy rápido. En un abrir y cerrar de ojos se está acabando enero y en lo que a la afición lúdica se refiere está siendo un año de contrastes.

Si el otro día hablábamos de ir afilando el machete y de la agresividad en nuestro grupo de juego, el año ha empezado especialmente beligerante, demasiado bronco.

Discutimos mucho, no aguantamos bien las jugadas de puteo y no tenemos paciencia con los juegos nuevos. En definitiva, tenemos más broncas de la cuenta.

Por otro lado, está siendo un año copioso en lo referente a reuniones lúdicas, número de partidas y nuevos juegos estrenados.

En estos veintipocos días de enero hemos organizado seis sesiones, hemos jugado unas treinta partidas y desde Navidades hemos estrenado la friolera de diez nuevos juegos.

Voy dar mis primeras impresiones de los juegos descubiertos este 2011.

Aquadukt
Un juego abstracto con algo de miga y un tiempo de juego de media horita que permite echar un par de partidas seguidas. Un juego sencillo, pero con chicha, que se le da fatal a Mr. Meeple (como todos los abstractos).

Me gusta su sencillez, su duración y que se presta a jugar más de una partida seguida.
No me gusta el dado y que es un juego muy, pero que muy feo.


Black Stories 3


Un party game apropiado para grandes grupos, citas familiares y reuniones de amigos. Ideal para echar unas risas. Aunque no somos muy apasionados de los party games, éste es recomendable para salvar veladas con grupos demasiado grandes.

Me gusta que sirve para salvar noches de overbooking y que te garantiza risas a tutiplén.

Dakota

Un juego de mayorías bastante extraño. Al inicio de la partida los jugadores eligen en secreto un bando (indios o vaqueros) y a partir de ahí los miembros de un mismo bando tienen que cooperar para desarrollarse más rápido que el contrario. Además, los jugadores de un mismo bando tienen que procurar salir mejor parados que los demás compañeros de equipo, porque sólo un jugador ganará la partida.

Me gusta la necesidad de cooperar con los demás y el sistema de doble colocación de trabajadores neutrales, ideado para equilibrar el juego (porque puede haber, por ejemplo, cuatro vaqueros y un indio).

No me gusta que el juego presente tan pocas opciones estratégicas y que una par de buenas ideas como la cooperación obligada y la colocación de trabajadores neutrales parezcan tan poco desarrolladas.

Le faltan partidas.

Alien Frontiers

Un juego de colocación de trabajadores muy vistoso y con unos componentes realmente espectaculares. Además presenta alguna que otra mecánica divertida. Es un juego con tema (eso me encanta) pues sí da la sensación de que el tema espacial está presente en la partida. Con dos partidas jugadas, da la impresión de que las partidas son demasiado largas.

Me gusta su ambientación, los componentes son chulísimos y aporta un uso diferente de los dados (a lo Troyes).

No me gusta que en el turno de los demás jugadores no puedas hacer absolutamente nada. Eso provoca que pasen entre diez y quince minutos desde tu final de turno hasta el inicio de tu siguiente movimiento. Este hecho se debe a que no puedes pensar qué vas a hacer hasta que tiras tus dados al principio de tu turno. Hay que “improvisar” la jugada según tu tirada y eso ralentiza el juego. Supongo que con jugadores expertos el tiempo de espera se reduce, pero a cuatro jugadores y dos-tres minutos por turno conllevan un tiempo muerto de 9-10 minutos y eso, para mi gusto, se carga completamente el juego.


El Grande


Otro juego de mayorías. El juego con el que el Sr. Kramer inventó el sistema de mayorías de cubiletes. Un clásico que hace honor a su fama.

Me gusta el puteo que hay constantemente y lo divertido que es el juego a pesar de su profundidad. El recuento del Castillo es muy divertido, sobre todo cuando se le olvida a alguien cuántos contadores puso.

No me gusta ese tablero tan horroroso y el efecto Kingmaker, pero bueno, son defectos que no desmerecen este pedazo de juego.


Goldbrau


Un juego de mayorías bastante raro. Me parece muy divertida la forma de elegir tu movimiento y el componente de faroleo que aportan las cartas de acción.

Me gusta su originalidad, el faroleo y los geniales posavasos que vienen con el juego.

No me gusta, aunque no es algo negativo, que parece un juego difícil de dominar y requiere de unas cuantas partidas para disfrutarlo.


Darjeeling

Un pick up and deliver sencillote, sin muchas pretensiones, vistoso y de duración razonable.
Un juego para rellenar tiempos entre pesos pesados.

Me gustan los componentes y la duración de las partidas. Un filler familiar.


Pilares de la Tierra


Un worker placement sencillo, pero con más chicha de la que parece. Impresionantes ilustraciones de Menzel. Juego muy compensado en todos los aspectos de la partida, con una duración más que razonable para lo que suelen ser estos juegos de colocación de trabajadores.

Gustó mucho en el grupo y seguro que volverá a la mesa.


Age of Empires III

Otro juego de colocación de trabajadores que a mí personalmente me encantó. Junto al Grande son los dos descubrimientos favoritos en lo que va de año. Me gustan de este juego las diferentes habilidades especiales de las fichas (trabajador, capellán, soldado, capitán y mercader) y, sobre todo, la gran variedad de estrategias o enfoques que le puedes dar a la partida (conquista, económica y militar).

Me gustan muchos de los componentes (las monedas son muy chulas y las miniaturas también) y las posibilidades estratégicas que lo hacen bastante rejugable.

No me gusta ese horroroso tablero y el tamaño de la caja.


Power Grid


Lo he dejado para el último porque esta opinión va a provocar que me deis muchísima cera.

No sé si es el estilo de este juego, que no va demasiado con los gustos jueguiles de Mr. Meeple, porque ya hemos jugado a tantas cosas que nada te sorprende, o simplemente porque estamos ante un juego sobrevalorado.

Va por delante que sólo le hemos echado dos partidas, pero a mí personalmente ambas me aburrieron solemnemente.

Aún no sé por qué Alta Tensión tiene tanto renombre y aún menos por qué se elogia tanto la resolución de la partida. Parece que a todo el mundo le apasiona ese último turno en el que se resuelve quién suministra más ciudades. A mí por contra, me parece que todo lo que has hecho durante la partida tiene bastante poca importancia (si no has hecho el cafre y te has quedado descolgado, claro). Pasarte una hora de juego para resolverlo todo en un último turno me parece bastante pobre. Sobre todo si la partida está igualada y todos los jugadores van parejos. Cosa que será muy probable en jugadores expertos y porque el juego está muy equilibrado.

Lo dicho, un juego que me aburre tremendamente, que no deja de ser un juego de mecánicas muy simples en el que el quid de la cuestión son las subastas y que, a pesar de su elogiado fin de fiesta, a mí es quizá lo que menos me gusta.

Lo jugaré otra vez a ver qué tal, pero no es que sea el plato que más me apetece poner en la mesa.

Bueno, yo ya me he tirado a los leones. Ya podéis descuartizarme.

Hasta aquí los descubrimientos lúdicos de enero.

Espero vuestras opiniones.

viernes, 14 de enero de 2011

Afilando el machete


Esta noche tenemos programada sesión lúdica en casa del Sr. Meeple. A la cita se presentan Pepe, Carlos, Alber (hermano pequeño de la ficha negra) y el anfitrión.

La verdad es que estoy ansioso porque llegue la sesión jueguil de esta noche, y no se me ocurre nada que me apetezca más que reunirme con estos tres jugones.

Sin desmerecer a las chicas y a otros jugadores esporádicos o no habituales, este es sin duda mi grupo de juego favorito. Sólo faltaría a la cita Nikochan, el hermano mediano de Mr. Meeple, pero supongo que tres hermanos Hernández en la mesa son demasiada tensión y beligerancia concentrada.

Me gusta el grupo de esta noche porque los cuatro somos “tipos duros”, jugones guerrilleros, y me gusta eso de que haya una mesa “complicada”.

En nuestro grupo de juego casi nunca faltan las chicas: la Sra. Meeple (a.k.a. tronkitos), Silvia y Marina vienen a menudo y, aunque son muy buenas jugadoras, cada una con su estilo, debo decir (y esto me va a costar críticas, reproches y acusaciones varias) que las chicas juegan diferente a los chicos.

Ni mejor ni peor, diferente.

Las chicas suelen ser más negociadoras, más conciliadoras, hacen su estrategia y tienden a evitar los conflictos directos. Se dedican a optimizar y a buscar jugadas win-win: yo gano siete y tú te llevas tres.

A Mr. Meeple, al grupo de juegos de hoy y a los tres hermanos en especial, nos gusta más hacer daño. Somos jugadores agresivos que intentamos ganar jodiendo lo posible al prójimo (desde el amor y la concordia jueguil, claro).

Si tengo una jugada en la que gano cinco y tú tres, y otra opción me permite quedarme igual y hacerte perder cuatro...uhmmmmmm, interesante!!!

Esto provoca a veces situaciones tensas, cabreos varios y tiranteces lúdicas que luego se comentan con una cerveza o una caipirinha y sirven para echar unas risas.

¿Y vosotros qué tal? ¿Qué grupo de juego tenéis? Y ¿Cuál preferís: el conciliador o el beligerante?

Yo ya estoy deseando que llegue esta noche para ahostiarme con los demás, para agredir y ser agredido, para cabrearme y luego reírme, para acuchillarme, dar por saco y, sobre todo, divertirme muchísimo.

Ahí estamos: afilando el machete.

Saludos a todos.

viernes, 7 de enero de 2011

Ya llegaron los Reyes

Aunque al parecer Mr. Meeple no se ha portado tan bien como el amigo Maskleto (vedlo aquí y aquí), mis presentes navideños no han estado nada mal.

Estoy muy contento con mis jueguecitos. Ahora sólo queda estrenarlos.

Espero que a vosotros también os hayan traído muchos regalos los Reyes Magos.

Saludos

miércoles, 5 de enero de 2011

Carta a los Reyes Magos


Tengo muchos juegos por estrenar en mi ludoteca, por eso este año voy a intentar no pasarme haciendo pedidos.

Y aprovechando que hoy vienen los Reyes me gustaría ver debajo de mi zapato los siguientes regalos:

Alta Tensión. Hace tiempo que me apetece tener este juego. He leído por ahí que suele tener finales muy tensos y que la sensación de escasez siempre esá ahí. Eso me encanta.

Aunque no me lo traigan los Reyes podré catarlo igualmente porque parece ser que Papa Noel se lo trajo a Pepe. El juego de los chispas para el ingeniero chispas.



Endeavor. Me gusta el diseño, me gusta el tema y sólo he leído cosas buenas del juego.

Éste creo que va a caer. No me falles Baltasar.




Palais Royal


Carson City, Troyes y Palais Royal. Son los tres títulos de Xavier George. Palais Royal es su opera prima. Un colocación de trabajadores con ilustraciones de Menzel. Xavier George + Menzel + Worker Placement. Compra segura.



No tengo ningún juego de la serie Rondel. Me encantaría probar alguno, así que no me importaría que los tres de Oriente me trajesen éste o el Imperial.

Gracias a Clint Barton de Te Toca Mover a Ti por sus recomendaciones rondelianas.




Du Balai (Wicked Witches Way)


Un juego más ligero y totalmente diferente a los anteriores. Bonito y para toda clase de reuniones y jugadores.




Hanabi/Ikebana


Dos juegos en uno. Originales, sencillos y sobre todo baratos.

Me gusta.

Además de estos juegos hay dos que son compras seguras en cuanto salgan a la venta las ediciones en castellano de Devir y Edge, respectivamente:

Forbidden Island y Republic of Rome













Y nada más, si me traen un par de juegos de los que aparecen en esta lista me daré por satisfecho.

Ya sabéis: a dormir prontito. No olvidéis dejar pan y agua para los camellos y un tentempié para los Reyes. En casa de Mr. Meeple dejaremos unas caipirinhas y unos pistachos.

¡Que os traigan muchas cosas los Reyes!

Jugad mucho

Mr. Meeple

lunes, 3 de enero de 2011

Esperando a los Reyes

Adulto de 35 años y su hijo de 3. Los dos de vacaciones y aburridos.

¿Qué podemos hacer?

Montamos una partida de Age of Empires III (aunque no la juguemos).

¡Qué bonico queda todo bien puestecito!

Ahora a recogerlo.

sábado, 1 de enero de 2011

Primera reseña del año: Patrician


Ah, no, perdón. Esto de tener niños es lo que tiene. Quise decir:



Gracias a estar mayor para macro, micro o fiestas en general puedes tomarte tus copas a gusto, sin resacones, y sobre todo, poder empezar el año dándole al vicio.

Anoche, después de las uvas, un sorbito de cava y un par de mantecados Sr. y Sra. Meeple acompañados por Alber estrenamos el Patricier de Michael Schacht.

No sé que tiene este diseñador, pero cada vez me gusta más y últimamente no hago más que jugar a sus juegos sin darme cuenta: Hansa, China y ahora Patrician.

Si a estos les sumamos Coloretto, Don y Dscunke, creo que el Sr. Schacht es un diseñador que merece estar en toda ludoteca que se precie.

Vamos a hablar del juego, que es de lo que se trata.

Este Patrician es un juego de mayorías combinado (al igual que el China) con la gestión cartas.

En el tablero se ilustran diferentes ciudades italianas. En cada una de ellas hay dos espacios para construir una torre.

Además, cada ciudad tiene un espacio para albergar una carta y dos espacios para colocar los marcadores de puntos (5-2, 7-4 o 9-6).

Vedlo:



En su turno, el jugador activo elige una de las tres cartas de su mano, la juega (la pone delante de él) y a continuación coloca una de sus fichas (dos si la carta tiene dos escudos de armas) en una de las dos torres (o espacio de torre si aún no se inició ésta) disponibles en la ciudad indicada en la carta.

Acto seguido rellena su mano hasta tres con la carta que había en esa ciudad (o con la de cualquier ciudad si la carta jugada tenía un interrogante) y rellena el espacio de carta de la ciudad con una del mazo.



Cada ciudad puede tener un número de fichas determinado que no puede superarse (se indica con el número romano junto al escudo de armas de cada ciudad). Cuando ese número de fichas ha sido colocado en las dos torres (no puede haber un espacio vacío) se puntúa la ciudad. La mayoría en la torre más alta proporciona el marcador mayor al jugador que la consiguió. La torre más baja puntúa el marcador menor. Los empates se resuelven a favor del que construyó el último (más arriba, quien corona la torre).

Algunas cartas permiten además realizar una acción especial que consiste en mover una de las piezas que coronan una torre (si se dan determinado requisitos) y reubicarla en otra torre de otra ciudad.

La partida acaba cuando se han jugado todas las cartas, las del mazo y también las de la mano de todos los jugadores.

La puntuación final es la suma de los marcadores de puntos obtenidos en las diferentes ciudades más los nobles conseguidos.

Me explico. Los jugadores juegan sus cartas de modo que sólo forman un mazo de cartas boca arriba (sólo se ve la última). Algunas cartas tienen caras de nobles. Al final de la partida se recuentan los nobles adquiridos y por cada tres de un tipo se consiguen seis puntos.

Ahí os dejo con una instantánea de una de nuestras tres partidas con las fichas negras de Mr. Meeple en primer plano.



Opinión

Este Patrician es un juego de los que realmente me gustan. Sencillísimo de explicar, mecánicas elementales, con una duración muy corta que invita al pique, que (habiéndolo probado a 2 y 3 jugadores) funciona bien a dos jugadores y a multijugador y que tiene mucha más chicha de la que aparenta.

Las cartas de acción especial tienen el puteo suficiente para aderezar esa correcta gestión de tu mano que necesitas para ganar partidas.

Un buen juego de mayorías, no tan denso como un Samurai o un Kreta, ni tan complejo como El Grande, pero muy ameno y divertido (a mí, personalmente, me gustó más que el China) apto para los ratos entre juegos densos.

Una adquisición muy recomendable que está disponible en Dracotienda por 9 eurillos.

Todo lo dicho hace que Patrician sea una estupenda ganga al alcance de todos.

Saludos desde el 2011

Mr. Meeple