Primera sesión del 2012

Anoche inauguramos el año lúdico en casa de Sr. y Sra. Meeple.

Alberto, Silvia, mi hermano Alber y los anfitriones nos reunimos para darle al vicio.

A la espera de mi hermanito jugamos una partida a Animal Farm. Siempre viene bien que lo pruebe gente nueva y que opinen. Por suerte les gustó.

Después de darle al prototipo estrenamos el Ascending Empires recién llegado de Oriente gracias a los Reyes Magos.

Había alguna cosa que no encajaba (no sólo el tablero) y, después de tres o cuatro turnos, empezamos de nuevo la partida.

Los primeros turnos fueron un poco espesos, pero rápidamente le cogimos el truco y empezaron las hostilidades.

Silvia se fue a la tecnología gris y la desarrolló al máximo. 3 movimientos y acción extra, bastante poderoso.

La Sra. Meeple se fue a la tecnología púrpura.

Alberto fue un poco a todo y Mr. Meeple se decantó por las hostias, tecnología naranja.

Con la nave gorda, el rango largo y el doble ataque, me dediqué a cepillarme naves y algún planeta. La gente se dedicaba a estamparse conmigo para que no causara estragos entre las flotas galácticas, así que a mí no me quedaba otro remedio que despegar una y otra vez.

Los puntos de los últimos exterminios (tres naves y un planeta de Silvia con tres ítems, me dieron la victoria final).

Victoria ajustada: Mr. Meeple 26 puntos, Silvia 24, Sra. Meeple 23 y Alberto 22.

Hicimos alguna cosilla mal. Por ejemplo, cuando llegábamos con naves a la órbita de un planeta lo mostrábamos sin más, cuando en realidad no se muestran hasta que se ocupan. Cuando se llega a la órbita, el jugador que que lo descubre puede inspeccionarlo en secreto.

A pesar de los pequeños fallos y de ser una primera partida un poco espesilla, me encantó el juego. Qué digo, juegazo. Vaya mezcla de estrategia y destreza.

Parece un juego chorra, pero tiene mucha estrategia. Me encantó y estoy deseando echarle otra. Prepárate Pepe, vas a pillar.

Más información en esta GRAN RESEÑA de Lethan.

Después de ahostiarnos tan ricamente, la Sra. Meeple se retiró a sus aposentos y nos echamos un fantástico Hab & Gut. Hasta entonces mi hermano se había limitado a hacer de apuntador e intérprete de la Sra. Meeple, que no domina la lengua de Shakespeare, mientras veía el debut del cholo Simeone (el muchacho es del Atleti... hay que valer).

A pesar de como estaba el rojo al final de la segunda ronda aposté por él y gané
 (dos +6 en nuestras cartas de la derecha que no se ven en la foto)

Como siempre las partidas de Hab and Gut son tremendamente divertidas. Este juego me encanta y siempre, siempre, saca unas cuantas risas con los vaivenes de las acciones. Cuando piensas que has hecho la jugada del siglo llega alguien que te hunde en la miseria.

Merece una reseña.

Gran juego con el que pasamos un rato genial y cerramos la noche lúdica.

Saludos