2012 ó 1984

Hace unos días empecé a buscar en la red información sobre el juego Hawaii (sí, joder, estoy hypeado -Clint te odio-. De hecho el juego viene de camino hacia casa con su amigo Santa Cruz y alguna chuchería más -Clint, te odio guan mor taim-). Total que con el hype se me fue la olla y empecé a pensar en una futura reseña.

De idea en idea me iba paseando por el universo virtual de Hawaii, Waikiki, Honolulu, etc. en busca de imágenes e información que alimentase mis futuros comentarios sobre el juego.

Desde entonces, no paran de aparecer en mi ordenador mensajes publicitarios sobre Hawaii.

Que me voy a buscar la letra de una canción de los Kinks para cantarla en el despacho mientras ordeno el archivo (vaya telita, todo hay que decirlo, pero es que estoy solo y nadie me oye), toma, publicidad de hoteles en Hawaii.

Que me pongo a buscar una receta para preparar un bizcocho de chocolate para los niños, zasca!, me bombardean con banners de los mejores restaurantes en Hawaii.

Que busco lo que sea... toma!!!, no olvides las piñas coladas hawaianas.

Anda ya, dejadme en paz, coño! Que no quiero ir al puto Hawaii! (ya me gustaría) Que no pienso moverme de mi casa. Basta!!!

Qué miedo me da todo esto. Estamos llegando a un punto en que alguien, en algún sitio del planeta, sabe todo de ti sin levantar el culo de la silla.

Esto es un estado policial de control capitalista. Saben lo que quieres comprar, los libros que quieres leer, la música que te gusta, adónde quieres viajar, tu sabor de helado favorito... deben saber hasta cuando te tiras un pedete.

Me cago en mi vida, ¡qué miedo da todo esto!!

Vivimos en 1984 (en el de Orwell, claro).

Y todo por preparar una reseña....