Reseña: Doge

Diseñador: Leo Colovini
Editado por: Goldsieber Spiele, Rio Grande Games
Año de Publicación: 2000
Número de Jugadores: 3-4 
Duración Aproximada: 50 minutos 
Categoría: Mayorías y apuestas

Como siempre, antes de probar un juego de Colovini tienes una cosa segura: no te va a dejar frío. O lo amarás o lo odiarás. Será un intransferible de tu ludoteca o desearás quemarlo en la hoguera más cercana. 

Doge es uno de los buenos juegos de Colovini. Qué digo, uno de los grandes juegos de Colovini que, como siempre, tiene su sello original y distintivo que deja esa sensación de estar ante un diseño realmente diferente a todo lo demás.

Componentes

60 casas de madera, 32 palacios de madera, 9 cilindros de madera, 60 marcadores de cartón, 42 cartas mini, un reglamento muy bien escrito y con ejemplos, un tablero y una ayuda de juego.

Todo de buena  calidad y un diseño sobrio que me encanta de Franz Vohwinkel (Samurai, trilogía de la máscara, Dominion, Taj Mahal. Torres, etc.)

Tablero preparado para comenzar

El juego

Doge es un juego de mayorías. Estamos en Venecia, dividida en 6 distritos. En cada distrito se pueden construir 5 palacios. Gana el primer jugador en construir: un palacio en cada distrito o bien 7 palacios en 5 distritos o bien 8 palacios en 4 distritos.

Para ello los jugadores disponen de un set de 7 cartas: 6 correspondientes a cada uno de los distritos y una correspondiente al distrito de Quarantia, donde no se construye.

Además de las cartas, los jugadores disponen de 7 fichas de puntuación-apuesta.

La partida se desarrolla en turnos que se repiten hasta que uno o más jugadores completan uno de los tres requisitos de victoria.

El turno

Se divide en dos fases: apuesta y resolución de votaciones.

Marcadores de apuesta y consejeros
Foto BGG

Fase de apuestas:

En primer lugar cada jugador elige una de sus cartas de distrito y la coloca boca abajo. A continuación coloca sobre ella, también boca abajo, de uno a cuatro marcadores de puntuación.

Cuando todos han apostado, se muestran las cartas y se colocan los marcadores boca abajo en el distrito correspondiente.

Este proceso de apuesta se repite 3 veces (con cuatro jugadores) y 4 veces (con tres jugadores)

Fase de votaciones

Hostias a tutiplén en Castello. Foto BGG

Una vez realizadas las apuestas (3 ó 4 dependiendo del número de jugadores) los distritos se resuelven por el orden indicado por las cartas del tablero de izquierda a derecha (hay una serie de 7 distritos boca arriba y 7 boca abajo, colocados al azar). 

Así, se destapan los marcadores de apuesta colocados en el primer distrito indicado en la primera carta boca arriba.

Luego la segunda y así hasta la séptima.

Cada vez que se resuelve un distrito se muestra la siguiente carta boca abajo de distrito de modo que los jugadores siempre saben cuales serán los próximos 7 distritos en puntuarse.

Premios por las mayorías:

Consejeros. Foto BGG

Quien tiene la mayoría puede llevarse el consejero de ese distrito. 

Digo puede porque si se lo lleva lo controla y coloca en un distrito de su elección (diferente al del consejero). En la próxima votación contará como un punto de influencia. Si no lo quiere, puede dejarlo en la reserva como consejero neutral y mover una de sus casas previamente colocadas en ese distrito hacia otro distrito cualquiera.

Tras elegir si se queda o no el consejero, el jugador que obtuvo la mayoría construye dos casas en ese distrito.

Luego, el jugador que quedó segundo construye una casa.

En el momento en que se tengan suficientes casas para construir, se pueden sustituir las casas, que vuelven a la reserva del jugador, por un palacio.

el próximo jugador necesitará 4 casas para construir un palacio.

La partida acaba cuando alguien construyó un palacio en los seis distritos, o 7 palacios en cinco distritos o los ocho palacios en 4 distritos. En caso de empate, gana quien tenga más casas en el tablero.

Opinión

¿Al altar o a la hoguera? Como ya he dicho con Colovini no hay medias tintas y este Doge va directamente al altar. Gran juego.

Notable alto si no excelente para un juego de mayorías con apuestas que te da la sensación de jugar a algo original y diferente en comparación con tanto eurogame de mayorías que hay en el mercado. 

El juego tiene sin duda ese toque Colovini que lo diferencia de los demás, esa etiqueta distintiva de juego raruno y fuera de lo normal.

La gracia del juego, apuestas aparte, es calcular muy bien el orden de resolución de los distritos, porque un consejero más o menos te puede destrozar el turno.

Además de mayorías y apuestas, casi se puede decir que Doge es un juego de carreras, pues ganará el que consigue construir antes que los demás los palacios exigidos.

Este aspecto de carrera no suele ser del gusto de la Ficha Negra porque los juegos así diseñados suelen tener finales abruptos. No es el caso de Doge, porque vas viendo el avance de los jugadores y puedes prever el final de la partida.

Lo que sí me da la sensación con pocas partidas a la espalda es que puede pecar del efecto runaway leader. Vamos que si hay un despiste general y uno se escapa, los perseguidores van a sudar sangre para recuperar el terreno perdido.

Las partidas dirán si el juego tiene o no ese problema. 

En resumen, podemos decir que Doge es un juego Colovini al cien por cien: raruno, original, que en los primeros turnos (o partidas) puedes llegar a pensar "¿qué coño es esto?", que en el fondo es sencillo de normas pero difícil de dominar, y que tiene una profundidad importante.

Estoy encantado con mi adquisición. Juego altamente recomendable.

Hasta la próxima reseña.