Juegos pequeños, grandes juegos: Nile Deluxor

En Juegos pequeños, grandes juegos hablaremos de juegos que pueden entrar en tu ludoteca sin que tengas que preocuparte por el poco espacio que te queda en las estanterías, porque abultan muy poco, pero son muy recomendables.

Autores: Daniel Callister y James Mathe
Publicado por: Minion Games y White Goblin Games
Año de publicación: 2011
Duración: 15 minutos-20 minutos (según jugadores)
Número de jugadores: 2-6

Hace unos meses, el amigo Seldonita me regaló (bueno, vendió a un precio menos que simbólico en una transacción jueguil) este filler que le había causado buena impresión pero que no acababa de ver mesa. Bastante tiempo después, este jueguecito se ha venido de vacaciones a la playa con la familia meepleiana y se ha convertido en el éxito del verano.

Componentes

98 cartas de cultivo, 21 de especulación, 14 de piedra, 3 de monumento, 3 cartas marcadores de turno, 1 de plaga y 1 de inundación. 141 cartas en total dentro de una caja metálica muy chula. si no te gusta el juego puedes poner galletas dentro.

Hay siete diferentes tipos de cartas de cultivo (diferentes productos) según el número de jugadores se juega con diferente número de cultivos: Por ejemplo a 2-4 jugadores se juega con 5 cultivos y a 5 jugadores 6 cultivos y a 6 jugadores siete.

El objetivo del juego es conseguir de TODOS los tipos de cultivo cuantas más cartas mejor. Al final de la partida cada jugador agrupa las cartas de cultivo obtenidas en pilas diferentes por tipo y ordena las pilas de izquierda a derecha y de menor a mayor. Su puntuación será el número de cartas del producto con menor cultivo.

El juego

Cada jugador recibe cinco cartas al inicio del juego. En su turno el jugador coge una carta de la pila y la coloca boca arriba en el centro de la mesa  (pila de inundación). Esa es la baza del turno. La baza provoca que se cosechen los campos de ese tipo. Es decir, si por ejemplo sale uva, el jugador que tenga plantadas uvas recoge una carta de su campo de cultivo y ya tendrá un punto de uvas. Además, ese turno no se puede plantar ese tipo de cultivo.

Tras cosechar, el jugador puede plantar. Plantar significa coger al menos dos cartas de su mano y colocarlas ante él en su zona de juego. La próxima vez que salga una carta de ese tipo de cultivo al iniciar un turno (inundación), podrá cosechar y recolectar una de las cartas de la plantación.

Para plantar hay que cumplir dos condiciones: no puede haber ese mismo tipo de cultivo ya plantado por otro jugador (si es tuyo puedes aumentar el número de cartas) o, si lo hay, debe superarse en número. Por ejemplo, puedo plantar uvas si no hay uvas plantadas o bien si otro jugador tiene un campo de tres uvas, puedo plantar uvas si planto 4 ó más del tirón. En este último caso la plantación previa se destruye y va a la pila de descartes,

En lugar de plantar el jugador puede especular. Eso significa que puede jugar una o dos cartas de especulación que sirven para robar tres cartas al inicio del próximo turno si la carta de inundación es del mismo tipo que la especulación. Si no coincide la carta de especulación se descarta sin más.  

Al final del turno el jugador activo roba dos cartas.

Ahí viene la plaga,me gusta bailar

En el momento en que aparezca la carta de plaga (porque se muestra como inundación o porque alguien la roba) la plantación con más cartas se destruye (si hay varias empatadas se destruyen todas). 






Cuando el mazo se agota se vuelve a mezclar la pila de descartes y se continúa jugando. La partida acaba cuando el mazo se agota tantas veces como el número de jugadores.

Al acabar el juego se puntúa. cada jugador agrupa sus cultivos por tipo y los ordena de menor a mayor. El menor cultivo indica los puntos de victoria.

En el ejemplo de la derecha en una partida a cuatro jugadores, todos los jugadores tienen cero puntos porque les falta un tipo de cultivo. Para desempatar, se observan los puntos del siguiente tipo. El jugador uno tiene cero puntos, el dos 1 punto y el tres 2 puntos porque su cultivo de trigo es dos. Gana el jugador tres.


El juego base proporciona una pequeña ampliación de 14 cartas de piedra y tres cartas de monumento. cada monumento aporta a quien lo controla una habilidad especial (robar más cartas, dificultar que te destrocen cultivos o ayudar a destrozar los contrarios). Para controlar un monumento hay que jugar piedras como cualquier otro cultivo y reclamar el control del monumento deseado.

Opinión

Nile Deluxor es un juego de set collection y gestión de cartas con una mecánica más sencilla que el mecanismo de un botijo.  Al explicarlo por escrito puede parecer muy lioso, pero en un minuto con los componentes en mano, el juego se entiende y se puede jugar a la perfección en un santiamén.

Los componentes de calidad, su sencillez de reglas y de mecánicas, así como su corta duración hacen de Nile Deluxor un fantástico filler que engancha y que provoca que quieras jugar una partida tras otra. 

Prueba de ello son las más de treinta partidas veraniegas que le hemos echado (en las que la señora meeple me ha apalizado casi siempre).

Aunque la ampliación le da al juego un carácter un pelín más complejo, no es imprescindible. En casa de la Ficha Negra preferimos el juego base sin monumentos, pero eso supongo que irá al gusto de cada uno.

Pequeño gran juego este Nile Deluxor que se puede jugar con niños de ocho años en adelante sin aburrirte.

Probadlo si tenéis ocasión. Todos los que lo probaban este verano me pedían dónde podían conseguir uno.