Reseña: Ciudad Machi koro

Autor: Masao Suganuma
Publicado por: Homoludicus
Año de publicación: 2012
Duración: 30 minutos
Número de jugadores: 2-5
Categoría: tira le dado y pasa el turno

Machi koro es un juego que nunca me había llamado la atención. Ni siquiera cuando apareció de la nada ese hype brutal que invadió la red y se apoderó de todos los jugones del planeta. Ni así.

Uno de los regalos navideños ha sido este juego de tirar dados y construir ciudades (?) y lo desprecinté con muchas ganas y con la esperanza de que triunfase con mi hijo Adrià de 6 años o bien en los talleres que imparto en dos colegios públicos de Barcelona.

Os cuento

Imagen. Boardgaming.com

Tema

Se supone que los jugadores son los alcaldes de la ciudad de Machi koro y deben crear una ciudad próspera y bien hermosa.

Bueno, la realidad es que tiras un dado (sí uno), quizá dos, compras un edificio y pasas turno. Toma ya. ¡Qué emoción!

Componentes.

La edición de Homolúdicus viene en una caja, demasiado grande para lo que es el juego, que incluye 117  cartas del juego base y una ampliación de 73 cartas.  Calidad regulera de las cartas tirando a aceptable.

Las monedas son prácticamente de cartulina. Baja calidad. Muy baja.

Los dados son grandes y hermosos.

El aspecto gráfico que tanto entusiasma a la mayoría me parece realmente horrible y cutre. Supongo que lo colorido atrae, pero las ilustraciones infantiloides son para mi gusto feas con avaricia.

El juego

Las cartas de Machi Koro son de 2 tipos: edificios y puntos de interés.

Puntos de interés. Imagen. Boardgaming.com

Cada jugador parte con 4 puntos de interés (todos los jugadores los mismos) que son un tipo de edificio especial, los objetivos del juego pues ganará el primero que los construya.

Los edificios son de 4 tipos:

- Azules: se activan en tu turno y en el de otro jugador. Cobras de la banca.

- Verdes: sólo se activan en tu turno (cuando tú tiras el dado). Cobras de la banca

- Rojos: se activan en el turno de otro. Cobras del jugador activo.

- Violeta: Se activan sólo en tu turno, pero cobras de otros jugadores, no de la banca.

Edificios azules. Imagen. Boardgaming.com

Cada carta tiene dos indicadores: uno su coste (abajo a la izquierda) y otro el número del dado con el que se activa (arriba en el centro). Vamos que si sacas un 1 activas todas las cartas con un 1 arriba en el centro.

Cada jugador empieza con dos edificios iguales y los 4 puntos de interés a construir.

En su turno el jugador activo lanza un dado y se comprueba primero si él cobra algo por sus edificios y después igual para el resto de jugadores.

Vamos, que la tirada "afecta" a todos los jugadores, como en Catán. Existe la emocionante opción de tirar dos dados a la vez y sumar su resultado si has construido el punto de interés apropiado.

Tras comprobar qué cobra cada jugador, el jugador "activo"(?) compra uno de los edificios disponibles.

En el juego básico todos los edificios se ordenan al principio de la partida y están todos disponibles para todos los jugadores.

En la versión avanzada (oh yeah) sólo hay diez edificios disponibles (todos ellos de distinto tipo) que se van reponiendo cuando alguien compra. ¡Qué tensión!

La partida va de trepidante tirada en tirada hasta que alguien consigue construir los 4 puntos de interés.  

Opinión

Tras jugar la primera partida al modo básico con mi hijo Adrià de 6 años, mi primogénito me preguntó si me había leído bien las reglas porque el juego era un rollo.

Esa fue su primera impresión,la mía no lo catalogaría de rollo sino de absoluta mierda infumable. Machi Koro en su versión básica es una auténtica bazofia.

Asustado por una de las impresiones más tristes que he tenido al probar un juego y pensando que me estaba volviendo un talibán lúdico, decidí probarlo con las niñas de los talleres (este año sólo tengo niñas). El resultado fue un sopor generalizado. Un auténtico coñazo sobrehumano de media hora que además peca de que si un jugador se va... hasta luego Lucas, gana fijo. Efecto bola de nieve.

Podríamos decir que esta versión de Machi Koro se limita a tiro dado, cobro-pago y elijo el edificio que toca coger. Nivel de decisiones casi inexistente.

La versión avanzada limita los edificios disponibles. La mecánica del juego es idéntica. Tiro dado, cobro-pago y compro edificio. La única diferencia es que aquí elegiremos uno de los 10 edificios disponibles (todos ellos diferentes) y una vez compremos reponemos la pila de oferta. Bufff la cosa cambia sí, pero ya veis a qué nivel. Podemos intentar dar por saco y evitar que salgan edificios chichosos pero bueno, por pintarlo bien, la realidad es más gris y sosa.

Muchos han catalogado a Machi Koro como el nuevo Colonos de Catán. Ciertamente el juego comparte esa mecánica nuclear del clásico del señor Teuber, pero no deja de ser un sucedáneo cutre y de segunda división. Serie B de bajo presupuesto y mucho hype.

La Ficha Negra no es muy fan del Catán, pero si me apetece jugar a algo de ese estilo ¿por qué voy a preferir Machi Koro a Catán? En el clásico hay algo de decisión y sobre todo, negociación. Un Catán jugado en serio, sin matrimoniadas ni amiguismos, negociando como dios manda, puede ser hasta divertido. Machi koro no. Por la duración simplemente no voy a preferir Machi Koro porque hay juegos de media hora excelentes, infinitamente superiores a Machi Koro.

Quienes piensen que esta reseña negativa se debe a las altas expectativas andan equivocados pues nunca esperé nada de este juego y lo abrí con ilusión, transformada de inmediato en tedio, sopor y solemne aburrimiento.

Quizá con niños funcione. No con los míos que ya tienen el culo pelao de jugar.

Habrá quien defienda Machi Koro como un  buen filler por su duración y su... no sé, por su algo. Para mi gusto estamos ante un filler sin apenas decisiones que tomar y con una interacción escasa por no decir inexistente.

Hay centenares de fillers mejores que este hypeado jueguecito oriental. Muy prescindible.

Hasta la próxima reseña.