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lunes, 27 de abril de 2015

Juegos pequeños, grandes juegos: Versailles e Ylandyss.

En Juegos pequeños, grandes juegos hablaremos de juegos que pueden entrar en tu ludoteca sin que tengas que preocuparte por el poco espacio que te queda en las estanterías, porque abultan muy poco, pero son muy recomendables. 
Vamos a (intentar) retomar el ritmo habitual en el blog con una entrada que habla de dos juegos en proyecto.

Ylandyss y Versailles son dos pequeños grandes juegos que se han presentado simultáneamente en la plataforma Vekami. AQUÍ podéis echar un vistazo al proyecto y animaros a financiarlo. El verkami ya ha sido fundado con éxito, y aún estáis a tiempo de colaborar y llevaros un par de ejemplares a casa. ¡Ánimo que sólo os quedan 5 días para participar!

Los juegos, del autor Pau Carles y la editorial DMZ Games, son dos juegos de cartas que no sólo entran por los ojos, sino que además tienen con mucha chicha y da gusto jugarlos.

La Ficha Negra ha tenido la suerte de echarle unas cuantas partidas a ambos y aquí os los presento.

Versailles

Estamos ante un juego de mayorías con una mecánica muy sencilla que permitirá jugar a novatos, pero que tiene también profundidad suficiente para satisfacer a los más jugones.

En Versailles los jugadores deben influir sobre los diferentes personajes de la corte de Luis XIV de modo que al final de la partida "se repartirán" los personajes con los contadores de influencia que haya sobre ellos. El jugador con más contadores será el ganador.

Cada jugador tiene 4 cartas al inicio de su turno. Cuando le toca jugar primero debe influir a un personaje. Para ello, coloca boca abajo una de las cartas de su mano bajo uno de los personajes de la corte (cada jugador tiene un juego de personajes  y colocará la carta de influencia bajo SU personaje).

Tras influir en uno de los miembros de la corte, jugará una de las tres cartas que le quedan en la mano. Las cartas permitirán activar uno de los personajes y aplicar su habilidad. La gracia está en que no podrás activar un personaje si otro jugador tiene más cartas que tú bajo dicho personaje.

Lo importante del juego es saber utilizar las habilidades de cada personaje.

Si al final de un turno hay dos personajes con 5 contadores de influencia cada uno, la partida acaba.

Se comprueba quien domina cada personaje de uno en uno. Quien domine un personaje se lleva todos los contadores que haya sobre él y así quien tenga más contadores al comprobarlos todos gana la partida.

Para comprobar quién domina cada personaje se muestran las cartas que se colocaron bajo cada uno de ellos. Cada carta colocada bajo un personaje nos dará un punto para controlarlo si coincide con el personaje bajo el que se colocó (es decir, si hay cuatro cartas bajo mi rey pero sólo una es un rey, y otro jugador tiene tres cartas bajo el rey y las tres son reyes, ese jugador se llevará los marcadores del rey).

Toda esta explicación parece muy liosa, pero el juego es sencillo y a las dos rondas le hemos cogido el tranquillo. No obstante no hay que confiundir su sencillez con simplicidad. Versailles no es un juego simple, no. Estamos ante un juego profundo y con estrategias que harán las delicias de los más jugones.

En definitiva, podemos decir que Versailles es un juego para 3 o 4 jugadores con una mecánica de mayorías que destaca por ser original, sencillo y con mucha miga además de tener unas ilustraciones espectaculares a cargo de Bernat Muntés. Todo ello con una duración de 30-40 minutos que se ajusta a lo que ofrece.




Ylandyss

Ylandyss es un juego de construcción de mazos en el que cada jugador empieza la partida con la misma baraja de 13 cartas más 3 cartas diferentes que se draftean. Cada jugador coge 7 cartas al azar de ese mazo inicial de formado por 16 cartas.

En su turno un jugador puede jugar una de las cartas de su mano o pasar. El turno acabará cuando todos hayan pasado simultáneamente. Al final del turno el jugador con más fuerza de personajes gana el turno (melé) y se lleva una moneda más las monedas de los personajes jugados por los demás jugadores.

Tras darle el botín al ganador, por orden de fuerza se pueden reclutar cartas de acción o de personaje de las que hay disponibles cada turno. Primero hay una ronda de reclutar (comprar cartas) y luego una segunda.

La partida acaba cuando un jugador tiene 40 monedas o más al final de un turno.

Detrás de esta explicación simple se esconde un juego con infinidad de combos e interacción. Los jugadores siempre tiene que estar pendientes de lo que juegan los demás y de lo que quieren reclutar (comprar) los otros.

De nuevo estamos ante un juego de cartas sencillo y profundo, un deck building que va a encantar a los más jugones sin lugar a dudas.


Me gustaría cerrar este post reiterando lo sorprendentemente buenos que me han parecido estos dos prototipos por los motivos expuestos: duración ajustada, sencillez de normas, profundidad estratégica y una edición con unas ilustraciones despampanantes. 

Si a todo eso le añadimos un precio más que correcto (los dos juegos por 20 euretes cada uno) ¿qué más se puede pedir? Bueno, bonito y barato.

Aún estáis a tiempo de ser patrones. Echadle un vistazo AQUÍ.

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