Sesión de juegos 9 y 10 de marzo de 2012

Buen fin de semana de juegos en casa de Sr. y Sra. Meeple.

Viernes

Mi tarta final

El viernes empezamos con un Piece o' cake aprovechando que me había dado por publicar la reseña. Hacía tiempo que no lo jugábamos y me supo a gloria. Sr. y Sra. Meeple, Alber y Pepe.

Veinte minutos de diversión y victoria para Mr. Meeple, porque a todos les dio por hincharse a comer porciones y yo, como una hormiguita, me fui guardando las mayorías pequeñas.

Después de los "postres" metimos mano a los primeros platos. La Sra Meeple se fue a dormir prontito y nos quedamos los tres de siempre para darle al vicio.

Empezamos con un Royal Palace, el primer juego creado por Xavier George, que hacía mucho que no jugábamos, pero que en las últimas semanas hemos jugado bastante y cada vez gusta más. A mí personalmente es un juego que me encanta, que me recuerda en algunas cosas al Carson (a pesar de ser juegos muy diferentes) y que si todo va bien, reseñaré prontito (aunque tengo pendiente la reseña del Road to Canterbury).

Muy buena partida ésta que se llevó sin muchos problemas mi hermanito. Buena paliza. Ésta fue la primera vez que ganó a este juego, pero lo hizo sobrado.

El tontorrón de Pepe (amarillo) no tapó a mi hermano (verde)
 ni una mayoría en el patio. Así no se puede

Después del Royal Palace a darle al Caylus. Esta vez Pepe no se trajo el Premium, así que jugamos con el mío de toda la vida y que, todo sea dicho, a mí me gusta más porque lo veo todo más claro.

Partida chulísima de esas que salen de vez en cuando con todo igualado a tope. Llegamos al final con una ventajilla de Pepe, pero yo iba cargado de materiales y dinero. Aún faltaban unas cuantas casillas para llegar al último conteo y estaban pendientes de construir seis casillas del castillo.

Yo era el jugador inicial y me coloqué en el castillo con mi primer peón. La idea era acabar de construirlo y cerrar la partida. No las tenía todas conmigo porque Pepe me sacaba una buena ventaja, a pesar de que haría 18 PV sólo con las casas construidas.

Además, tendría un favor real por construir y otros tres en el conteo final. En la fase de favores pude construir un edificio que me dio 10PV (tres comidas y un oro).

El resultado final fue un marcador bajo y todo muy emocionante: Mr. Meeple 81 PV, Pepe 80PV y Alber 69PV.

¡Qué gusto da ganar por un puntito en una partida apretada!

Apretadito el tema. ¡Por los pelos!

Como Pepe no había ganado nada aún, a los niños se les antojó otro Carson City (a Pepe para estrenarse casi seguro porque siempre nos gana y a Alber para ver si ganaba alguna vez en su vida, aún no lo ha hecho, y romperle la racha a Pepe).

Partida con muy poca historia. PALIZAKA. La más grande que nos ha dado nunca a este juego. ¡Qué desastre! Puto Pepe con sus pistolas. En el turno dos me empané y no le pude ganar la prisión por alelao. Las dos pistolas de la prisión fueron decisivas.

Vergüenza me da el palizón que nos dio. ¡Maldito! 52 puntos hizo la criatura, 43 mi hermano y yo 36. La peor puntuación que recuerdo haber hecho a este juego. Penoso. Pa'trás como los cangrejos.

Venganzaaaaaaaaaa!

PD (esta vez supervisé el set up y ya no hubo lugar a equivocarse con las minas. ¡Catetos!)

Sábado

El sábado se pasaron por casa los habituales (Pepe y Alber) y además Alberto y Silvia, que son dos buenos jugones que no le hacen ascos a nada y que juegan muy bien.

Mientras esperábamos a mi hermano echamos un Dobble. Gran filler con el que siempre te ríes que da gusto. Sobre todo cuando te empanas y pasas uno de esos bloqueos en que no ves absolutamente nada. Tremendo.

Cuando llegó mi hermanito ya éramos 6 jugadores y las opciones de juego se reducen. Estábamos entre un Himalaya o un Pilares de la Tierra, ambos con ampliación. Dejamos elegir a Alberto y Silvia que, como ya habían jugado al Himalaya, perfirieron aprender un juego nuevo.

Parecía que la Sra. Meeple iba a machacarnos porque tenía un buen chiringuito montado y se llevó el peón negro de acción extra. Pero la suerte no le ayudó y Alberto se montó también una buena paradita los tres últimos turnos. Al final él se llevó la partida.

Nefasta partida de Mr. Meeple que a este juego o arrasa o se come una mierda. Y esta vez fue lo segundo.
No me acaba de gustar este juego, básicamente por el factor suerte tan importante.

Puntuación final. Alberto (naranja) remontando a la Sra. Meeple (rojo)

Mi último turno

Después de su derrota in extremis, la Sra. Meeple se fue a dormir y sólo quedábamos cinco jugadores. Propuse un Manila y todos accedieron a matarme el mono de este juego que me encanta y que se me da tan mal.


Partida rápida, porque llegaron muchas barcas a su destino, y victoria de Alberto nuevamente.

Viene poco, pero gana mucho. ¡Vaya tío!

Y hasta aquí el fin de semana lúdico (que no ha estado mal).

Hasta otro rato