El resumen trimestral llega un poco tarde, pero más vale tarde que nunca.
Este tercer periodo del 2012 ha sido de Matthias Cramer, del Cramer con "c": Helvetia, Lancaster, y la recompra de Glen More.
63 partidas a 25 juegos diferentes y 12 juegos estrenados que paso a resumir.
Regulín
Sencillo, con interesante mecánica de cartas (son edificios y moneda a la vez) que considero regulín por su poca rejugabilidad. Se puede convertir en repetitivo después de unas pocas partidas.
Además, la carta de usar dos veces el privilegio (creo que es la biblioteca) es demasiado poderosa.
Un buen filler sencillote y diferente que está bien para jugarlo de vez en cuando, pero hay juegos del estilo que me gustan mucho más.
Probablemente con más partidas suba de nota (o sea carne de venta, ya veremos).
Además, creo que se hace imprescindible jugarlo con el tema de adivinar identidades, si no el juego es demasiado tontuno.
Está catalogado como regulín porque también creo que es poco rejugable. Si lo sacas mucho a mesa se puede quemar con facilidad.
No obstante es divertido y engancha a todo el mundo.
La decepción
Todo un clásico al que me enseñó a jugar Ribouldingue, que es un fan total de este juego.
A mí no me gustó demasiado, aunque es verdad que sólo le he echado una partida y quizá merezca repetirlo.
Grandes descubrimientos
Gran juego de mayorías (?), colocación de trabajadores (?), gestión (?).
Un inclasificable que ofrece una experiencia lúdica diferente a cualquier otro juego. Muy buen juego que no entiendo por qué se habla tan poco de él.
Gran juego de mayorías con mecánica de colocar trabajadores.
Excelentes componentes y diseño gráfico. Difícil de conseguir, caro y con una duración quizá excesiva como aspectos en contra.
Acaba de ser reeditado. Gran juego.
Gran juego de colocación de trabajadores con maldad y mala leche por doquier.
Un juego que espero reseñar en breve porque es un gran worker placement. Sencillo de reglas y con mucha chicha.
La única pega que le veo es (eso me lo dirán más partidas) si puede ser un poco repetitivo. Quizá eso, si es el caso, lo solucionen las ampliaciones.
Mis favoritos del trimestre
Abstracto de mayorías, sencillo, elegante y con muchísima chicha.
Ya lo reseñé aquí
Un juego que se puede conseguir por unos 10 € y que es un regalo para cualquier ludoteca.
A pesar de sus importantes pegas (tablero horripilante, componentes cutres a más no poder y el peor reglamento que he leído en mi vida) este juego tiene un algo que me encanta.
Sencillo, corta duración y un par de mecánicas muy chulas son quizá virtudes que le dan un estilo especial dentro de la colocación de trabajadores y que hacen que me apetezca jugarlo entre muchos otros de colocación de trabajadores que hay en mi ludoteca.
Ya leísteis mi reseña aquí.
Hasta aquí este trimestre que se me ha hecho corto de juegos.
Necesito jugar más.
A mi, Mogel si que me gusta. Es distinto, la verdad.
ResponderEliminarY Sumeria, es genial.
De los que mencionas he probado Mogel, Heimlich & co y safranito y los tre me parecen muy buenos juegos para pasar el rato sin jugar a algo serio.
ResponderEliminarGeniales con no jugones.
Un saludo
Hombre, x supuesto que Heimlich hay que jugarlo a adivinar identidades. Si no el juego es un rollazo!
ResponderEliminarMe intriga mucho el Lowenherz. Yo tengo hace bastante tiempo el Domaine, que es como una reedición del Lowen, pero creo recordar que tenían algunas (pocas) reglas diferentes que pueden aportar sensaciones diferentes. Domaine es para mí una joyita, pero ojo, no es un juego para todo el mundo.
Del Moguel Motte dices que hay juegos del estilo que te gustan mucho más. ¿Podrías decirme algunos?
ResponderEliminarGracias
El San Juan es una lástima porque es un juego que me encanta pero sí es verdad que al cabo de unas partidas pierde mucho fuelle. Luego todo el mundo va a por tácticas parecidas y acabas haciendo lo mismo cada vez. Las cartas de recursos por ejemplo, al final lo único importante es tener 2 o 3 Fábricas de Plata e ir construyendo los 12 edificios.
ResponderEliminar