jueves, 4 de junio de 2020

Partidas mayo 2020


Locurón de mes con 173 partidas y muy pocos estrenos. Rejugando muchísimo y sobre todo dándole a lo bestia a la nueva colección de Magic the Gathering la espectacular y divertídísima Ikoria.

Además, por suerte he convencido al primogénito para que juegue conmigo algunos favoritos de siempre que moría por volver a jugar: Great Western Trail, Grand Austria Hotel, German Railroads...

Gran mes del que os comento los cuatro descubrimientos.

Waters of Nereus

Estupendo familiar de selección simultánea de roles, colocación de trabajadores, movimiento en el tablero y un poco de colecciones creado por Steve Finn (Biblios, Sunset over water, Herbaceous, etc.), un autor que en la categoría familiar es muy fiable y suele dar en el clavo con diseños elegantes y bien cerrados.

Este Waters of Nereus no es una excepción y supone un diseño sencillo, con toque clásico y un bien puñado de decisiones interesantes aderezadas con una interaccion sutil y estupenda.
En cada una de las rondas dispondremos de 4 turnos en los que elegiremos uno de nuestros miembros de la tripulación para realizar una de sus acciones asociadas. Aquí está el rollo psicológico de intentar jugar el personaje que no eligen los demás para poder ejecutar la acción más potente asociada a ese personaje. Cada ronda podremos jugar sólo 4 de nuestros 7 tripulantes, por lo que deberemos optimizar nuestra estrategia (unos dan puntos de victoria, otros dinero, otros permiten navegar para recoger gemas, etc).

Nada nuevo en cuanto a diseño, pero una mezcla de mecánicas bien trenzada. Si buscáis un familiar accesible y os gusta la elección simultánea de personajes, este juego es un acierto seguro. Notable alto.

Ahhhh olvidaba comentar que las ilustraciones de personajes van a cargo de Beth Sobel (Viticulture). Lo peor del juego, sin duda. 

Diáspora

Pequeño juego de deducción creado por Santiago Eximeno y editado por Zacatrus.

Estamos ante un humilde diseño que con sólo unas pocas cartas aporta un puñado de acertijos y pasatiempos lógicos muy interesantes.

El mazo de cartas consta de tarjetas de tres personajes diferentes, cada uno de los cuales desarrolla una mini historia. Cada carta nos plantea un acertijo de lógica, matemática o visual que deberemos ir resolviendo en orden para ir avanzando en la historia de cada personaje. Cuando crees tener la respuesta correcta envías un código numérico a una cuenta bot de correo electrónico que te indica si has acertado y, en su caso, te va presentando nuevos retos.

Un juego muy recomendable para jugarlo en pequeños grupos o en solitario, ideal para llevar en el bolsillo y poder ir dándole al coco.

La única pega que le veo es que a veces la cuenta de correo te abre nuevos misterios con imágenes que debes ir consultando, estudiando o superponiendo con otras y eso te obliga a imprimirlas. Un poco coñazo. Unas pocas cartas más en el mazo, ocultas en un sobre, habrían solucionado ese inconveniente.

Aparte de eso, un pequeño juego muy recomendable.


Magic the Gathering, Ikoria

Como algunos sabréis, la Ficha Negra es un antiguo jugador de Magic the Gathering. Hace años estaba muy metido en el juego y competía en torneos cada fin de semana, pero la vida familiar te obliga a dejar esa locura de findes competitivos.

Desde el año pasado he vuelto fuerte a Magic, sobre todo porque Adrià, mi hijo de 12 años, es un fiera y juega muy bien. Hace un año compré dos cajas del regreso a Rávnica (Rávnica la gocé mucho en su época) y con esos sobres para hacer sellados nos enganchamos de nuevo. Tras jugar muchísimo a Theros y Trono de Eldraine, Ikoria iba a ser la primera presentación con el niño, pero el Covid no nos lo ha permitido. 

Por suerte, nos estamos dando un hartón de hacer sellados de Ikoria, una colección en la que no tenía muchas esperanzas (los bicharracos no son muy de mi gusto), pero el regreso de la mecánica de ciclo y, sobre todo, la nueva mecánica de mutación hacen de esta colección una de las más locas y divertidas que he jugado. Gozada de serie que aparentemente no tiene tantas cartas caras como las colecciones anteriores, pero que en casa nos está pareciendo muchísimo más disfrutable. Ganas de competir con Ikoria y llevarme al niño a los campeonatos. A ver si podemos.


Cooper Island

El nuevo juego de Ode, Andreas Odendhal, editado en español por Arrakis. Estamos ante un juego con un peso de 4.15 en la BGG con mecánicas principales de colocación de trabajadores y losetas.

Para este juego no creo que merezca un peso tan alto porque, si bien es cierto que el reglamento tiene un montón de recovecos, excepciones y mierdecillas, en el fondo  no es demasiado complicado de entender y la dinámica de juego también es bastante sencilla.

Otra cosa es optimizar, porque el juego es difícil de narices. Optimizar y optimizar, eso es Cooper Island que es uno de esos juegos con una dificultad "maquillada". Me explico. El juego está diseñado para que todo cueste mucho y para que tus avances sean escasos, lentos y arduos. Si quieres obtener una puntuación alta (por ejemplo 30 puntos es bastante alta) tienes que optimizarlo todo y no cometer el más mínimo error. Pero ya está, no es que el juego te plantee un dilema constante, un gran árbol de opciones y unas disyuntivas aterradoras. No. Hagas lo que hagas todo es jodido y eso a los eurogamers les pone muy palote, mucho. 

Cooper Island destaca además por su total y absoluta ausencia de interacción. Mientras juegan los demás puedes estar haciendo zapping o hablando por el móvil sin importarte lo más mínimo a qué juegan los demás. Sí, están los objetivos, vale.  Ahora hablamos de ellos.

La ausencia de interacción no tiene nada que ver con la calidad del juego. Es una cuestión que influye en el gusto de cada uno pero no en la calidad del diseño. Pero esto es más seco que la mojama.

Para vestir a la criatura de un poco de interacción Ode presenta unos contratos u objetivos que están a disposición de todos los jugadores al inicio de la partida, pero que sólo podrá completar el primero que gaste un trabajador permanentemente y lo envíe a cumplir el contrato.

De nuevo los contratos son complicados y exigentes para dar "dureza" e "interacción". Hay muy pocas cartas de contrato y no se juegan todas en la partida, pero aún así, este factor es el que le puede dar un poco de variedad a las partidas y no es suficiente, por lo que la rejugabilidad la ponemos en cuarentena.

Parece que estoy haciendo una crítica negativa del juego, pero Cooper Island un juego que recomiendo encarecidamente a la mayoría de eurogamers de culo duro, a aquellos a los que no les importa mirar twitter mientras juegan los demás y a los que les pone muy palote sudar tinta para conseguir un punto de victoria. Sin duda este juego va a ser calificado de juegazo. No es mi caso. Me parece un juego bien diseñado, pero personalmente prefiero los juegos con algo más de interacción (con algo al menos), con algo más de rejugabilidad y con mecánicas que fluyan más. ¿Tras dos partidas lo jugaría de nuevo? quizá sí. O no. No sé.
Hasta aquí los pocos pero interesantes estrenos del mes de mayo.

Jugad mucho.

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