lunes, 24 de agosto de 2020

Reediciones: ¿oportunidad o sacacuartos?

 


Hace poco se hizo viral en las redes una presunta cartelera de cine en la que estrenos de 1995 coincidían uno por uno con estrenos de 2019. 

Con esta foto retocada se criticaba la ausencia de ideas y se hablaba de crisis creativa en el mundo del cine (el comercial, básicamente), que vive de "remakes", adaptaciones de cómics y lavados de cara de clásicos y películas animadas.

En el mundo de los juegos de mesa últimamente da la sensación de que las ideas también flojean y los productos originales y chisposos no abundan. Las novedades no suelen ser rompedoras y muchas editoriales han optado por las reediciones de juegos, dándoles unos lavados de cara espectaculares, mejora de componentes (la famosa "deluxificación") y la consiguiente subida de precio.


Exista o no falta de chispa en los últimos lanzamientos , las reediciones están ahí y son de distinta naturaleza:

a) Por un lado tenemos las de juegos cuya reedición es de agradecer porque hace tiempo que no se encuentran en el mercado.

En estos casos a veces se reimprime sin más (Ginkgopolis, veremos a qué precio sale) y otras veces se aprovecha para añadirle algo, mejorarlo estéticamente y subirle el precio un buen pellizco. En este apartado tenemos casos como Macao-Amsterdam, Bruges-Hamburg, Egizia y el paradigma por excelencia: Rococó, un juego que hace unos años se podía comprar por 25 € y ahora  se venderá por 110 en versión deluxe.

Es cierto que, como decía mi abuela, "teta y sopa no cabe en la boca". Así, que si quieres un juego rebonico, con cartón gordo y mucha madera, te va acostar tus buenas pesetas. Pero esto se está pasando de castaño oscuro y ahora cualquier juego antaño asequible se reedita ahora a precio de oro.

He leído en redes a varias personas diciendo que estos lanzamientos de juegos buscados acaban con los especuladores. Se dice que se acabó ver cómo alguien pide 90 € por un Rococó, pero esa no es exactamente la realidad, porque lo que ocurre es que el especulador no desaparece, simplemente cambia. Ahora quien especula no es un particular, es la propia editorial. Y nosotros compramos.

Esta cuestión es crucial pues aunque parezca que la "culpa" de este encarecimiento absurdo es de las editoriales, la realidad es que es un problema nuestro, de los consumidores que compramos todo y a cualquier precio. 

b) Por otro lado tenemos reediciones de juegos antiguos (viejunos y no tan viejunos) que hasta hace poco se vendían por dos duros. Así, "remakes" como el de Giants (Rapa Nui), China (Iwari), Metro (Skyrise), etc. se presentan como ediciones que mejoran el original, sea por su aspecto, sea con alguna mecánica: "Skyrise honors the spirit of Metropolys, while raising it to new heights" -dice literalmente la descripción de la nueva versión de Metropolys- (gran juego por cierto).


A pesar de las promesas de cambios sustanciales y mejoras en las mecánicas, a menudo estas reediciones se limitan a cambiar el grafismo y mejorar los componentes. Lavados de cara a precio de oro.

Sobre las ediciones mejoradas me gustaría diferenciar entre los juegos que tienen diferentes ediciones en el mercado y los que no. Hace poco comentábamos que, por ejemplo, una nueva versión cara y "deluxificada" como la de Modern Art es una bendición, porque quien ya tenga el juego  podrá elegir si se gasta su dinero o le basta con su copia antigua y quien no lo tenga podrá elegir entre una versión más económica o la cara si es muy fan. Sí, haters, esto también vale para Rococó y hasta para el insfufrible Yedo (aunque no sé cómo esta apología del tedio puede tener algún fan).  

Sin embargo, otros lanzamientos reeditados no tienen ediciones baratas en el mercado, por lo que no hay alternativa y las reediciones se convierten en un sacacuartos importante, sobre todo para quien no lleva tanto tiempo en el mundo de los juegos de mesa y por tanto tiene una ludoteca reducida y en crecimiento.


En este sentido, el de la veteranía del jugón, muchos dicen que es positivo que se reediten joyas, porque así son accesibles a todo el mundo. Sin embargo, salvo excepciones de juegos difíciles de encontrar, los buenos juegos con ediciones antiguas pueden encontrarse fácilmente y mucho más baratos. Pagar 40 euros por Iwari cuando en el mercado hay ediciones antiguas de China por 10 euros me parece un poco absurdo (salvo para los ultra fans del juego).

c) Por último tenemos las reediciones "de aniversario". En estos casos tenemos reediciones con la excusa de que el juego cumple años y hay que celebrerlo (El Gran Dalmuti -con una edición nueva más fea que Picio-, Dungeon Fighter o Big City -que cuesta un riñón y parte del otro-).  Estas reediciones estarían dentro del apartado anterior, pero con coartada. Para muy fans.

En definitiva, sea una sensación o una realidad, lo cierto es que aparentemente abundan las reediciones de juegos: algunas se agradecen, por ser títulos que llevan mucho tiempo fuera de mercado, pero lo habitual es encontrar reediciones innecesarias que aprovechan la reimpresión para encarecer un producto por el morro y de paso maquillan la ausencia de títulos más estimulantes.

Si has llegado hasta aquí me interesa saber si crees que esto de las reediciones es una obsesión de la Ficha Negra o realmente crees que hay muchas y algunas innecesarias.

Opinad, que es gratis, y sobre todo jugad mucho.

lunes, 17 de agosto de 2020

Partidas en Julio (y junio) 2020

 

Llega el resumen de partidas muy tarde, ya cerca de septiembre, pero más vale tarde que nunca. 

165 partidas en junio gracias a la "jartá" de sellados de Magic Ikoria y M21. 59 partidas en julio, bajón que se debe, afortunadamente, al aumento del ritmo de trabajo.

Sólo tres estrenos en junio y cinco en julio. Vamos con ellos



Yokai 

Pequeño juego cooperativo con un punto de memoria y puzzle muy bien cerrado.
La idea del juego es bastante original: debemos intentar acabar la partida agrupando cartas de cuatro colores entre todo el equipo. La cuestión es que las cartas están boca abajo y la información es parcial y oculta. En nuestro turno miramos dos de las cartas boca abajo, movemos una cualquiera y mostramos o colocamos una carta de pista para los demás. Si la colocamos, bloqueamos una carta pero le indicamos a los demás qué puede haber debajo. Si la mostramos, la ponemos a disposición de todo el mundo para futuros turnos.

El juego presenta una serie de módulos que pueden aumentar muchísimo su dificultad.

Un filler sencillo pero con su chicha. Recomendado si os gustan los juegos cooperativos.

Lords of Xidit

Fan del juego original, Himalaya, nunca había jugado este remake tuneado.
Lords of Xidit mantiene las mecánicas básicas del juego original, mejora mucho los componentes y no mejora uno de los puntos negros de Himalaya como es el constante trajín de cubitos (aquí pequeños muñecos).

Buen juego de programación y mayorías con ese aspecto de eliminación final que a mí personalmente me encanta. No obstante, le han quitado las tres fichas especiales de himalaya que para mi gusto era una delas cosas más molonas del juego.

A pesar de la mejora de componentes creo que me quedo con Himalaya, más feo, pero con más encanto "old fashioned".


Saqueadores de Midgard

Amalgama de mecánicas que da como resultado un buen euro de gestión de peso medio. Colocación de trabajadores, dados, gestión de cartas y colecciones en un diseño muy bien hecho, pero que tiene quizá el problema de quedarse en tierra de nadie: para los jugones se va a quedar corto y para los nuevos va a ser demasiado.

Estamos ante un juego que en ludotecas amplias va a tener difícil entrar y consolidarse, pero en las de jugadores recién llegados puede tener cabida porque es un euro bien cerrado con un par de mecánicas muy chulas.

En especial, me gusta la mecánica de "seguir" a los demás. En tu turno, colocas tu meeple en una de las acciones disponibles. El jugador activo, el que la ejecutó, la activará de forma más potente que los demás y el resto también la activan ,pero debilitada.

Esta mecánica provoca tensión y mucha maldad, haciéndote a veces daño a ti mismo, para perjudicar aún más a los demás. Es decir, quizá te interese ejecutar una acción no muy boyante para que otros no puedan sacar ningún beneficio.

Original y con maldad.


Adventure Games: la Mazmorra

Aventura que se desarrolla en tres capítulos (partidas) al estilo "elige tu propia aventura" en las que van apareciendo una serie de disyuntivas que permitirán a los jugadores elegir diferentes caminos y quizá desenlaces. Sólo quizá.

Lo que aparentemente suena genial se convierte, al menos en esta primera aventura (hay otras y ésta dice es la más sencilla), en algo lineal, repetitivo, dirigido y en definitiva bastante tedioso, hasta el punto en mi caso de tener que acabar la última partida con un pesar y una pereza descomunales. ¡Lo que hace no por sus hijos!

La diversión del juego depende más de la teatralidad del grupo y de lo que le echen los jugadores que de lo que ofrece realmente el juego.

Es cierto que un servidor no es muy fan de los juegos de mesa del estilo "escape" pero esta mazmorra ha sido bastante decepcionante.

Buena idea que fracasa en su desarrollo.

Academia de Cupcakes

Pequeño juego cooperativo que se juega a tiempo real y que funciona de maravilla para jugar, sobre todo, con los pequeños de la casa. En la mía todos somos muy charlatanes y "folloneros" y este juego ha servido para que mis hijos se sienten y se escuchen.

Cada jugador tiene un tablerito con tres espacios en los que colocar alguno de los cinco cubiletes (recipientes para magdalenas) con los que empieza el juego. En el centro de la mesa hay un pequeño tablero con otro espacio en el que los jugadores pueden colocar momentáneamente alguno de sus cubiletes para generar espacio.

Al principio de la partida se muestra una carta en la que aparece un encargo para cada jugador. Es decir, cada jugador debe conseguir tener a la vista únicamente los cubiletes indicados en la carta. Los que no aparezcan en la carta no deben verse, cubiertos por los de mayor tamaño. Los jugadores, simultáneamente, deben ir moviendo los recipientes entre sus espacios y el central (nunca en un espacio de otro jugador) hasta que todos consigan su objetivo de la tarjeta.

Cuando se consiga, se muestra otra carta y así hasta que acabe el tiempo, momento en que el equipo comprueba su destreza según el número de encargos completado.

Sencillo e interesante cooperativo con buena producción que, como algunos cooperativos, peca un poco (bastante en las primeras partidas) de un efecto líder excesivo, que se va mitigando a medida que los jugadores cogen experiencia.

Lords of Vegas

Unas cuantas partidas le hemos echado a este juego actualmente difícil de conseguir (en breve no creo que lo sea tanto porque se va a editar una segunda expansión y huele a reimpresión).

Juego con dados y colocación de losetas que tiene un punto económico, de mayorías y algo de negociación.

Me ha parecido un juego original y muy bien cerrado pero con un punto matemático demasiado acentuado. Un poco seco.

Algunos lo comparan con Chinatown pero creo que se parecen muy poco. Chinatown se va más al aspecto party, destaca en él la negociación pura y dura. Aquí, la negociación es residual y queda eclipsada claramente por las cuentas.

Buen juego, pero falto de algo de chispa para mi gusto.

Gardens of Babylon

Juego abstracto editado mediante financiación de Kickstarter que destaca por una buena producción y una buena dosis de interacción y puñeteo.

Estamos ante un juego de losetas muy sencillo pero con más chicha de lo que parece: cojo loseta, coloco loseta, siembro en esa loseta y veo si se desencadena una cascada (la semilla recién sembrada se multiplica en todas las losetas que estén regadas por la fuente de esa loseta). 

Esta secuencia tan sencilla da para bastante: hay que procurar cerrar caminos para que no se carguen tus semillas y, si no hay más remedio que abrir nuevos, procurar que se puedan recuperar o nos hagan poco daño.

Buena producción, sencillo, con chicha, escala bien y duración ajustada a lo que ofrece, si os gustan los abstractos éste os puede funcionar muy bien.

Problem Picnic Attack of the Ants

Filler tontuno "a la Mondrian" en el que deberemos lanzar nuestros dados para que caigan encima de las cartas de aperitivo y podamos llevárnoslas a nuestro hormiguero.

Destreza y un poquito de puzzle (las cartas conseguidas deben colocarse bien para obtener puntos  según los objetivos de final departida) que por la relación calidad-precio-producción merece la pena. 

Buen juego para jugar en familia que demuestra nuevamente como Scott Almes se está convirtiendo en un autor muy polifacético dentro del diseño de fillers y familiares con obras tan diferentes como los Claims, los Tiny Epics, los Boomerangs, Lovelace and Babage, etc.

Hasta aquí los pocos descubrimientos de estos últimos dos meses.

Jugad mucho.

domingo, 9 de agosto de 2020

Reseña: Modern Art Deluxe

Autor: Reiner Knizia
Editado por: Arrakis Games
Año de publicación: 1992/2020
Duración: 45 minutos
Número de jugadores: 3-5
Mecánica: subastas

Es totalmente cierto que los precios de los juegos de mesa se han disparado en los últimos años, eso lo llevamos reivindicando aquí desde hace siglos. 

Igualmente, en este blog hemos comentado varias veces cómo tenemos la costumbre de quejarnos absolutamente por todo: que los juegos no llegan en castellano, que ahora se edita todo en español sin filtros, que antes no se cuidaba el aspecto de los juegos, que ahora todo se deluxifica para encarecer el producto, que si antes había pocos juegos en el mercado, que ahora hay avalancha de novedades y así hasta el infinito.

Pues bien, este Modern Art deluxe que acaba de editar Arrakis en español ha sido objeto de ligera controversia en redes en la que los quejosos de siempre, algunos "pollaviejas" y otros protestones habituales, denunciaban que lo que no deja de ser un ""filler largo" se venda por casi 60 euros. 

Ciertamente este argumento tiene algo de razón: Modern Art no deja de ser un filler largo y 60 euros por un filler pues qué quieres que te diga. Ahora bien, la queja sobre el precio es muy relativa pues el juego es una preciosidad y sus componentes de lujo no sé si justifican los 60 euros (online son cincuenta y poco) pero obviamente suben su coste.  

Seguramente más de un agorero de los que se quejaban del precio se habrá gastado su decenas de euros en "deluxificar" su Terraforming mierdas y eso seguro le parecerá más coherente que comprarse un filler tuneado como capricho.

Como decía mi abuela "teta y sopa no cabe en la boca" así que si quieres un Modern Art rebonico y con caja grande pues no esperes ahorrarte unas pesetas. Afortunadamente siempre puedes comprar una versión menos espectacular e igual de divertida por un precio más asequible.

Un servidor piensa que es una putada cuando un juego sale editado únicamente en su versión deluxe y no te queda otra que pasar por caja si el juego te mola, pero Modern art es un superventas y tenemos ediciones a tutiplén para elegir, así que si no te gusta el precio de esta edición es fácil: no la compres o espera a que florezcan en la primavera del mercado de segunda mano.

Y vamos con el juego que es lo importante. 



Componentes

Un tablero de valor de mercado a doble cara, 94 monedas metálicas (en valores de 1, 5, 10, 20, 50 y 100), una bolsa de tela, 12 marcadores de valor de mercado, 5 pantallas de jugadores, una maza con pedestal de madera, un atril de madera, 70 cartas de arte moderno y 70 cartas de arte renacentista. 

Todo de calidad estándar, muy correcto, salvo lo que más destaca del juego: el caballete de madera, la inmensa maza y las monedas metálicas. Todo este "atrezzo" es lo que deluxifica esta edición de Modern Art y a priori parece totalmente innecesario.

La Ficha negra tiene la edición deluxe coreana de Dicetree Games que lleva un mazo de 70 cartas de arte moderno y un mazo de 70 cartas de pinturas coreanas. La edición de Arrakis es idéntica a la coreana salvo que sustituye el mazo coreano por otro de pinturas del Renacimiento y modifica el tablero adaptándolo a este cambio de mazos.

El juego

Modern Art es un juego de subastas puro y duro creado por el puto amo del diseño de juegos de subastas: Reiner Knizia.

En Modern Art los jugadores deben adquirir pinturas para venderlas al final de temporada (ronda) y obtener suculentas ganancias. El jugador con más dinero al final de la partida será el ganador.

El juego se desarrolla en cuatro rondas. Cada jugador recibe inicialmente monedas por valor de 100 y una serie de cartas de pintura según el número de jugadores y según la ronda. Así por ejemplo a 4 jugadores en primera ronda cada jugador recibe 9 cartas, 4 en la segunda, 4 en la tercera y ninguna en la carta y última.

El jugador activo del turno se convierte en subastador y elige una (o dos) cartas de su mano y la pone en subasta.


Cada carta tiene un tipo de subasta:

- Abierta: puja de precios de todos los jugadores simultáneamente de forma que pueden hacer múltiples ofertas hasta que nadie quiera subir el precio más alto ofertado.  El subastador también puede ofrecer y encarecer el precio...

- Una vuelta: empezando por el jugador de la izquierda del subastador cada jugador realiza una única oferta. Se queda el cuadro quien haga la oferta mayor. El subastero puede quedarse el cuadro pagando a la banca más dinero que la última oferta realizada.

- En el puño. Puja oculta en la que se lleva la pintura el que pague más.

- Precio fijo. El subastero pone precio a la obra y en orden de ronda los jugadores dicen si se lo quedan o no. El primero en aceptar la oferta le paga al subastero y se queda la obra. Si nadie compra, el que subastó debe pagar y quedársela.

- Subasta doble. Hay cuadros que tienen el símbolo +1. Estos cuadros permiten crear un lote y añadir una obra del mismo autor a la subasta, que se desarrollará según indique el segundo cuadro añadido al lote (abierta, una vuelta, puño o fijo).

La ronda finaliza cuando en la mesa se han adquirido cuatro cartas de un autor y se pone en subasta una quinta de dicho autor. Esa obra no se subasta y se acaba la ronda inmediatamente.

Una vez finalizada la ronda se determinan los 3 pintores (hay 5) más exitosos de la ronda. El que tenga más cuadros vendidos recibe un marcador de 30, el segundo de 20 y el tercero de 10. Entonces los jugadores reciben dinero por los cuadros que coticen esa ronda. Así, venden sus obras y cobran según el valor de las mismas. La gracia está en que se al valor de la ronda actual se suman todos los marcadores de rondas anteriores (que permanecen en el tablero de ronda a ronda).

Tras cuatro rondas el juego termina y el jugador con más dinero es el vencedor.


Opinión

Como decíamos más arriba, Reiner Knizia es el autor estrella de los juegos de subastas (Ra, Amun-Re, el infravalorado y molón Taj Mahal, Medici, High Society, Hollywood Golden Age, etc.). Modern Art es uno de sus clásicos indiscutibles de subastas. Editado por primera vez en 1992 tiene innumerables versiones muchas de ellas preciosas, pero casi todas con formato pequeño y asequible a los bolsillos de todo el mundo.

Esta edición de Arrakis, inicialmente de Dicetree games, es la versión con caja más grande y más cara editada hasta la fecha.

Como indicábamos en la introducción es cierto que la edición es cara y que se puede cuestionar si un juego de este peso y esta duración precisa de un dispendio tan grande. 

En mi opinión los componentes de esta edición no sólo son decorativos y aportan al juego un plus de "jugabilidad". La maza de subastas (que también se encuentra en otras ediciones más baratas) ayuda a rolear la partida y a hacer el ganso y creo que esta teatralidad es lo que aporta al juego un plus respecto a otros juegos de subastas también estupendos. Vamos, que sin la maza y demás parafernalia Modern Art es un juegazo de todas formas, pero el attrezzo de esta edición aporta un plus para ambientar y dejarse llevar por las subastas.

Como los juegos de Knizia de este estilo hay obviamente un punto de saber pujar, farolear y encarecer los cuadros para que los demás se piquen y se gasten los dineros, pero también hay otro punto bastante importante de matemáticas. He visto perder partidas a Modern Art por no calcular el beneficio-pérdida en una puja excesiva.

El juego no escala demasiado bien pues aunque la caja diga de 3 a 5 jugadores lo ideal es jugar 5 personas (4 como mínimo).

La duración está ajustada estupendamente a lo que ofrece el juego y el rato de partida ofrece unos buenos cálculos, un poquito de faroleo para encarecer los cuadros y sobre todo unas risas aseguradas. 

Modern Art deluxificado: bueno, bonito y no barato... pero baratas tenéis otras ediciones más austeras.

Vosotros mismos.

Hasta la próxima reseña. 
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