martes, 3 de enero de 2012
Parte Médico
Después de tres días en el hospital, el primero de año Mario volvió a casa. Triste Nochevieja.
Aquí está, flaco como nunca le había visto (¡con lo que tú has sido, Mario!).
Entre pastillas y pastilla va comiendo, que es mucho.
Las pruebas nos llevaron a dos diagnósticos posibles, incompatibles entre sí.
El primero requería una operación para poder acertar definitivamente el problema y catalogar algún bulto sospechoso.
El segundo hacía pensar que era una inflamación del aparato digestivo y llevaba a un tratamiento conservador con cortisona.
Mario es un señor de más de 70 años (más de 14 años felinos) y no quiero torturarle con más pruebas.
Si hemos acertado con el tratamiento, y salvo complicaciones, se recuperará poco a poco.
Si hemos fallado, la cortisona agudizará el problema real y Mario se irá.
Al menos le tenemos en casa, con su carácter de siempre. Activo y cariñoso. Me doy por satisfecho y lo que venga vendrá. Esto nervioso, pero contento.
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Bieeen!! espero que se mejore!
ResponderEliminarya tengo ganas de verle :D
Besicos a todos.
S.
De verdad me alegro mucho. Ya te mandare una foto de la camada con la que nos quedamos mi hermano y yo total 5 gatos, una de las mejores decisiones de mi vida.
ResponderEliminarAh, y ahora que esta mejor decirte que si al final, dios no lo quiera Mario decide irse siempre lo hara de manera digna y sosegada como solo los animales saben. Un abrazo.
Mucha suerte!
ResponderEliminarSuerte y a cuidarlo mucho.
ResponderEliminarUn saludo.
Paciencia, cautela y esperanza. Y mucho ánimo en el día a día!
ResponderEliminarAnimo y mucho cariño para Mario
ResponderEliminarAnimo y mucho cariño para Mario
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros ánimos.
ResponderEliminarUn abrazo a todos.
Seguiremos informando
Animo, es la mejor opción, en su casa y con los que le quieren... y no solo en un sitio frío, sin vuestro olor y vuestra presencia...y eso que sea lo que tenga que ser.
ResponderEliminarNo quiero hacerme el listo, pero te habrán dicho que con la cortisona debes dar un protector gástrico y nunca retirarla de golpe sino paulatinamente para que no entre en insuficiencia suprarrenal. Debes saber también que un gato, sobre todo si ha estado gordo, no debe dejar de comer, porque entraría en la temible lipidosis hepática. Para evitarlo existen unas pastas hipernutreicas-al modo de la malta para las bolas de pelo- que suelen tomar bastante bien. Animo y suerte. Aupa Mario
ResponderEliminarGracias por el apunte médico. La verdad es que me han informado muy bien. Mi veterinario es amiguete. Además siempre he tenido gatos y estoy un poco al loro. Lo de la cortisona, lo sé por los niños. Y lo de la comida y lo de la lipidosis me lo han explicado.
ResponderEliminarLa verdad es que, para que te hagas una idea, Mario llegó a pesar en sus años mozos cerca de 11 kilos (primer como cachas y luego como gordo)y ahora pesa cuatro y medio...
Por suerte ha recuperado el apetito y está comiendo muy bien.
Muchas gracias por la opinión técnica.
Un abrazo