martes, 8 de junio de 2010

Rectificar es de sabios...o no


El pasado fin de semana el Sr. y la Sra. Meeple, Alber (hermano del Sr. Meeple) y Pepe se reunieron en la terraza del matrimonio “meepleiano” para echar unas partidas a lo que se pusiera por delante.

El sábado jugamos un par de Oregones y, tras retirarse a dormir la Sra. Meeple, jugamos un Gipsy King y después Pepe propuso empezar un Caylus a la 1:30h de la madrugada (éste Pepe. ¡Maldito psicópata lúdico! Ja, ja.Por su culpa aún me duelen los ojos de no dormir. Y estamos a martes.).

Vaya juego el Caylus! ¡Qué tensión hay siempre en los últimos turnos!

El domingo probamos el Witch’s Brew. Un juego que no gustó nada a nadie excepto a Mr. Meeple, a quien el rollo psicológico del faroleo le va bastante. Lamentablemente, no creo que el juego vuelva a la mesa con los jugones habituales.

El quid de este post es lo que viene ahora. Tras el Witch’s Brew le hincamos el diente a un Louis XIV. El orden de la primera ronda era: Sra. Meeple-Alber-Pepe-Mr. Meeple.

Como sabéis, el Louis XIV es un juego a cuatro rondas por lo que todas ellas son bastante tensas y decisivas. Ya en la primera empezaron fuerte las “hostialidades”.

En el tercer turno, la Sra. Meeple puso sus tres marcadores de influencia en uno de los nobles y al pasar el turno se le explicó una norma que no habíamos comentado antes y que nunca habíamos tenido que aplicar en partidas anteriores porque no fue necesario. Por ello, una vez explicada la norma, que variaba considerablemente el resultado de su acción, la Sra. Meeple decidió cambiar su jugada y reubicar sus marcadores de influencia.

Este cambio perjudicó notablemente a Alber, que vio como perdía su influencia en un par de nobles.

En la misma ronda, en el turno de Mr. Meeple, éste se encontraba pensando su jugada ficha en mano y la colocó sobre un noble. En estos menesteres pasa el turno al siguiente jugador, pero el Sr. Meeple se queja porque no había dicho que ése fuese su movimiento definitivo. Ante la queja y por mayoría se decide que pueda rectificar y recoloque el último de sus marcadores de influencia.

El cambio vuelve a destrozar la estrategia de Alber (le vuelven a quitar la influencia en otro par de nobles) y entonces se lía la marimorena: que si no vale rectificar, que si ya se había pasado el turno, que si Mr. Meeple aún no había dicho que ese era su movimiento definitivo, que si Mr. Meeple siempre rectifica y los otros no, etc.


Imaginad esta discusión con dos hermanos en mesa. No digo más.

Ante esta acalorada "charla" se me ocurrió preguntaros qué os parece a vosotros el tema de rectificar.

Opción tajante. Ficha en la mesa, pesa. Hay quien piensa que no se puede rectificar nunca, que una vez has dejado tu ficha y señalado tu jugada ya no hay vuelta atrás. Si no, haberlo pensado antes. Quien la caga, la caga.

Opción diplomática. Vale rectificar, pero según en qué circunstancias. Hay quienes piensan que se puede rectificar cuando aún no has pasado tu turno y siempre que la rectificación no perjudique a nadie en la mesa. Bueno, se rectifica porque no pasa nada.

Opción empática. Posibilidad de rectificar como norma general. Hay que ser comprensivo y dejar rectificar siempre. Todos sabemos la infinidad de posibilidades que se abren en algunos juegos. Hay decisiones que te llevan directamente al Análisis-Parálisis y al bloqueo mental. Por ello, hay que permitir corregir decisiones precipitadas.

Mr. Meeple opina que hay que dejar rectificar (casi –es éste un “casi” pequeñito-) siempre. Por eso es de los que pide rectificar cuando aún está en su turno y nadie ha tomado una decisión que pueda estar vinculada al movimiento que se quiere cambiar. Se entiende que no se podrá rectificar una vez la partida ha avanzado de forma que es imposible volver al punto que se quiere rectificar.

Moraleja: pide y deja rectificar.

¿Vosotros qué opináis?

Participad en la encuesta que propongo esta semana. Está arriba a la derecha.

9 comentarios:

  1. Pues mira, anoche mismo jugando un Genial me hicieron una waña de esas de "ficha en la mesa, pesa", y me dio coraje porque yo aun nisiquiera había pasado el turno. Y más en este juego, que a veces coges una ficha y la pones de varias formas para ver cómo te puntúa más. Pero nada, y eso que mi jugada no era determinante para el final, pero es lo que tiene jugar con una buena panda de perracanos.
    Voto la que llamas "Opción diplomática". Si no has pasado el turno, lo normal es que puedas cambiar una ficha que acabas de soltar por otra que acabas de ver y te conviene más. Vamos, creo que es lógico. Al igual que es lógico no poder cambiarla cuando has pasado el turno.
    Yo es que creo que el gran problema es el concepto de "pasar el turno". Hay gente que nunca dicen nada, con sólo poner su ficha los demás ya tienen que entender que han terminao, cuando creo yo que lo correcto es siempre decir un "paso" o "te toca". Así se resolverían más de la mitad de estos problemas jueguiles. Ah, y perdón por el tochaco de opinión ! jeje

    ResponderEliminar
  2. En primer lugar como hermano que soy de los dos engendros esos (Black Meeple y Al) tengo que decir que siempre sale puteado Al en esos "renuncios" y con lo irritable y vengativo que es tengo que decir que os estáis jugando el pellejo......

    Particularmente soy partidario de no dejar rectificar, es más, por mi elegancia innata a veces aunque me dé cuenta que la he cagado no quiero rectificar a pesar que me ofrezcan dicha acción pues desvirtúa el juego y luego al ganar seguro que hay más de un reproche. Como dice Neiban si aún es tu turno se debería dejar rectificar hasta que el jugador diga que ha terminado, esto realmente no es un rectificado pues rectificar presupone haber acabado la acción y desdecirse, pero como hay mucho listillo eso se aprovecharía para corregir al ver que la ha cagado de lleno y que otro va a ganar. Esto lo digo porque he estado en varias partidas de estas y, porque no se aplican bien las normas y se van aprendiendo sobre la marcha cosa que no se debe hacer pero se hace o porque hay mucho listill@ tramposo por ahí y cuando a un elemento rabioso como AL le toca el turno y está preparado para realizar su jugada maestra lanzándose contra su víctima de manera agresiva, entonces el anterior jugador suelta un "puedo rectificar? creo que me he equivocado...". No, no vale rectificar. Haberlo pensando antes. Paleto!

    ResponderEliminar
  3. Como ya he dicho en el artículo yo creo que ´sí, que hay que dejar rectificar. Pero el concepto clave es el que indica Neiban: el turno. Yo siempre digo "ya estoy". Creo que hasta que no se pasa el turno, uno puede toquetear sus fichas y colocarlas donde le apetezca. La ubicación definitiva de los meeples será la que indique el "tú vas" o "ya estoy" o "te toca"

    ResponderEliminar
  4. Yo opino que mientras no se haya pasado el turno, es normal que se deje rectificar. Si ya has dicho paso o cualquier otra cosa y el siguiente jugador está pensando su jugada, pues es un guarreo ya rectificar porque lo vas a hacer pensar otra vez y se va a ralentizar toda la partida.

    Como excepciones yo pondría partidas en las que saben jugar casi todos; con el que no sabe, sería un poquito más permisivo.

    Saludos!

    PD: Juegazo el Luís XIV, por cierto ;D

    ResponderEliminar
  5. Bufff,vaya debate...
    Yo veo situaciones distintas. En el primer caso que comentas, es por no haber explicado una regla. Para mi lo logico en ese momento es votar si se aplica la regla o no y si se aplica, se puede rectificar (aun en el turno del jugador).
    En general, mientras no haya pasado tu turno no veo problemas por rectificar.

    Incluso en partidas nuevas de todos los jugadores no veo ningun mal, y siempre será en pos de que los jugadores aprecien más las distintas posibilidades del juego para futuras partidas.
    En resumen, rectificar sí pero en el turno propio ;)

    ResponderEliminar
  6. Yo soy partidaria de dejar rectificar dentro de tu turno. Creo que la mayoría estaríamos de acuerdo con eso. Problemas:
    1- El Lístillo que siempre tiene la normas al lado y que cuando haces una acción que le putea (solo si es a el ) dice "un momento" Y empieza a buscar alguna norma que no se había aplicado y que seguro que le favorece echando por tierra la estrategia que tenías pensada.(Mr. Meeple es especialista en esta técnica)
    2- El impaciente que no espera a que acabe tu turno porque está ansioso para ganar (o no).Estos son de la peor calaña que te puedes encontrar jugando. Puesto que debido a ellos se empiezan estas discusiones de " ...todavía estoy en mi turno …” o " …tu turno ya ha pasado y no puedes rectificar.."Y así se puede estar toda la noche.
    En fin, sea como sea , joden los dos igual. Yo ,si no fuese pq dejar una partida a medias es de mala persona ( jodes a los que no tienen culpa ) me marcharía a dormir mucho antes.

    ResponderEliminar
  7. Vamos por partes que soy parte causante de esta polémica.

    Retomando el tema de Louis XIV hay que decir que la norma que no se había aplicado que me fastidiaba debería haberse debatido si se aplicaba en ese momento o a partir de entonces (lo correcto por fastidiar de manera notable a uno de los jugadores en este caso a mí) y cuando Mr Meeple quiere rectificar el señor Yellow (Pepe) había pagado los tributos del señor 7 (5 monedas a mí) por lo tanto el turno ya ha pasado pero al ver que puede fastidiarme 5 monedas Mr Meeple decide cambiar la jugada

    Otra de los hechos habituales de nuestra mesa es que siempre somos los mismos y tendemos a hacer la partida dinámica sin mariconadas de "ya estoy" o similares algo que todos, incluidos el matrimonio meeple hacen y aceptan en determinados juegos sin rechistar.

    Y para finalizar decir que rectificar en la PRIMERA partida de un juego es lícito porque nadie sabe jugar pero cuando ya hemos jugado alguna partida NADA de rectificar, haberlo pensado mejor, más rápido o haber analizado más jugadas.

    Seguro que me gano el odio de algunos jugadores pero yo soy partidario de NO RECTIFICAR

    ResponderEliminar
  8. Voy a hacer mis comentarios cortos porque de lo contrario de aquí a 2 días esto va a ser más largo que el Quijote.

    1 - El caso de la Sra Meeple fue porque yo decidí repasar las reglas en ese momento. Esta aclaración beneficiaba a la Sra. Meeple, con lo cual invalida su comentario en el que acusa a los demás de sólo releer las reglas en su favor.

    2 - En el segundo conflicto, me reconozco culpable en parte porque yo me avancé y le entregué el dinero del siguiente noble a Gafitas sin pensar que ello pudiera poner en evidencia una jugosa presa para el hermanito mayor, que aun estaba decidiendo donde poner su ficha del noble anterior.

    Aclarados estos puntos, daré mi opinión al respecto del rectifiqueo:
    Yo considero justo que se permita rectificar siempre que sea dentro del turno, pero con otra premisa fundamental: que el resto de jugadores lo acepten unánimemente.
    Entiendo que no hay que dar más explicaciones, si yo no quiero que el Sr Meeple rectifique, pues no rectifica y se acabó el tema. Y si no hay motivos, mejor aun. Ahora bien, todo el mundo conoce el "ojo por ojo...". Si estamos hablando de jugones habituales, siempre habrá tiempo para el "diente".

    ResponderEliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...