jueves, 29 de julio de 2010

Mediterráneo


El fin de semana pasado Mr. Meeple pudo estrenar algunos de sus nuevos juegos, recién llegados desde Valencia y Alemania.

Ahí van mis primeras impresiones de cuatro juegos que, casualmente, tienen ambientación mediterránea (bueno, Venecia está en el Adriático, pero no deja de formar parte de la cultura mediterránea).


San Marco

El culpable de hacer un pedido grande a Alemania. Un juego difícil de encontrar, pero que merece muchísimo la pena. ¿Por qué? Pues porque aunque no deja de ser un juego de mayorías es diferente a cualquier otro de este tipo. La diferencia reside en la mecánica, en la forma en que cada jugador puede ejercer la influencia en los territorios.

Vamos a explicarlo: el tablero de San Marco está formado por varios distritos o territorios. Los jugadores obtendrán puntos de victoria cuando se puntúe alguno de esos distritos. Un distrito (sólo uno) es puntuado cuando alguien juega una carta de Doge (de puntuar) y al final de la partida todos los distritos son puntuados.
Los marcadores de influencia (nobles) se colocan, se eliminan o se sustituyen cuando alguien juega una carta que tenga esa función (colocar, eliminar o sustituir).

Hay algunas otras normas en el juego, pero lo que hace original de San Marco es la forma de jugar las cartas. En cada turno el jugador activo es el primer repartidor. Otro jugador al azar será también repartidor. Los otros dos son los selectores. Esto quiere decir que cada repartidor cogerá 5 cartas de acción y 3 de penalización y hará dos montones con ellas, distribuyéndolas a su criterio. El repartidor 1 ofrece al selector 1 los dos montones, éste elige uno y ejecuta las cartas de acción, quedándose las de penalización.

Luego el repartidor ejecuta las cartas de acción que le han quedado y guarda para sí las de penalización. Lo mismo sucede con el segundo repartidor y selector.

Cuando algún jugador llega a 10 puntos de penalización se acaba un pasaje. La partida acaba al final del tercer pasaje.

Me encanta este juego por lo original de la mecánica y porque algo tan sencillo como hacer los dos montones de cartas cuando eres repartidor, es realmente complicado.

Me encanta también el precioso tablero y los componentes, no os dejéis engañar por la horrible ilustración de la portada.

Juegazo!!


Kreta

Otro juego de mayorías, pero totalmente diferente. En cada turno se puntúa uno de los territorios de Kreta que dan más o menos puntos dependiendo de su ubicación.

Cada jugador tiene una mano de cartas idéntica formada por siete cartas de personaje con habilidades diferentes. En su turno un jugador juega una carta de su mano y ejerce la influencia del personaje. Uno de los personajes permite a quien lo juega cerrar el turno y puntuar. Cuando alguien lo juega se cierra el turno, se puntúan los territorios según la influencia y todos los jugadores recuperan las cartas jugadas.

Juego con chicha pero no demasiado duro que nos gustó a todos y que, sin parecerse, nos recordó al Samurai de Knizia.

Gran juego.


Alexandros

Éste lo he probado únicamente a dos jugadores con la Sra. Meeple. Otro juego de mayorías pero totalmente diferente a los dos anteriores. Otro juego raro de Colovini. Una vez comprendimos el complicado movimiento de Alejandro, nos divertimos con el juego, pero nos dejó sensaciones extrañas. Parece que no se acaba de controlar del todo la estrategia por culpa del macedonio.

Hay que darle más partidas, a dos y a más jugadores.


Attika.

Una sola partida (e inacabada) a tres jugadores, pero suficiente para ver que es un muy, muy buen juego y que tiene la huella de Marcel-André Casasola Merkle autor del juegazo Taluva.

La partida la jugamos los tres hermanos meeples. A los tres nos encanta el Taluva y encontramos algún parentesco entre los dos juegos, a pesar de que tienen estilos y mecánicas diferentes (en ambos juegos las acciones son básicamente robar y colocar y la colocación –en partida avanzada- de piezas hexagonales del tablero modular permite dejar huecos entre piezas).

Estoy deseando jugar más este juego. Sobre todo a dos jugadores. Dicen por ahí que uno contra uno funciona a las mil maravillas.


Reseñas muy superficiales, pero tenía ganas de comentar estas primeras impresiones.

Ya llega el finde!!! A jugar!!!

lunes, 26 de julio de 2010

L-U-N-E-S


Otra vez lunes y toda una semana por delante para volver a sentarme delante de los pistachos, las cervecitas y el tablero.

¿Qué tendrán los juegos de mesa que nos crean esa adicción y esa felicidad total?

Supongo que quienes leáis este articulillo habréis tenido alguna vez las mismas sensaciones que el Sr. Meeple.

¿Acaso no habéis sentido una felicidad absoluta e infantil cuando el mensajero llama a vuestra puerta y os deja un paquete lleno de cajas que llegan de la otra punta del mundo?

Los amigos malagueños de Lex Friki Malacitana saben muy bien de qué hablo. Sólo teneis que ver uno de sus últimos posts: http://lexfrikimalacitana.blogspot.com/2010/07/y-llego.html

¡Qué animales!

Los pedidos del Sr. Meeple no son tan enormes (pero sí demasiado habituales), y también tienen este buen aspecto:

Tampoco está nada mal ese momento en el que abres el paquete, compruebas que todo lo que pediste está en su lugar y que todos los componentes están donde debían estar.

Luego destroquelas las losetas y las fichas y las ordenas por colores en bolsitas del tamaño adecuado. Con dos añitos, Adriá, el primogénito del Sr. Meeple, es especialista en agrupar fichas por colores y tamaños.

Después lo ordenas todo dentro de cada juego y ordenas las nuevas cajas en la estantería por tamaño, color y valor sentimental, de forma que todo quede bonito y bien clasificado.

Este es sin duda el mejor momento para Mr. Meeple. Ved sino su ordenada estantería.

Frikismo aparte, la gracia de los juegos es jugarlos (joder, qué tío más listo este Ficha negra) y ahí es donde está lo que nos engancha a los jugones, animales sociales.

Sin contar el ansia de coleccionar, el afán por poseer cuantos más mejor, lo mejor de los juegos de mesa es sentarse con los amigos y reírse un buen rato.

El juego nos permite evadirnos de la realidad y olvidar los problemas cotidianos.

Entre otras cosas, la rutina nos da estrés y agobios. A menudo, los adultos nos olvidamos de que jugar es necesario para combatirlos, olvidamos que es sano e (indirectamente) provechoso, y por eso los jugones disfrutamos tanto y le damos la importancia que le damos a jugar. Por la evasión.

En el día a día pagamos nuestros errores de una u otra forma. En el juego eso no pasa. Nos imponemos y aceptamos unas normas de obligado cumplimiento, pero los errores y las derrotas nos divierten, nos hacen felices (ganar más, claro, pero jugar ya es felicidad de por sí).

Como ha dicho Teuber, el Sr. Catán, en una recinete entrevista para el Financial Times traducida amablemente por Jugamos Todos:

"Es una parte de la humanidad jugar a juegos. Jugábamos en la Edad de Piedra. Lo hacíamos en tiempos romanos. Es una escapatoria de la rutina diaria. Cada día trabajamos mucho y cometemos errores y se nos castiga por esos errores. Los juegos nos llevan a otro papel donde puedes cometer errores y no se castiga por ellos. Puedes empezar siempre otro juego."

Estoy totalmente de acuerdo. En los juegos no importa que nos equivoquemos, no tendremos que pagar ningún precio, solamente sacar otro juego de la estantería.

Así que a jugar.

Mr. Meeple tendrá que esperar hasta el fin de semana que viene, no sin antes reseñaros unas cuantas cosas: San Marco, Kreta, Alexandros... pero eso será próximamente

miércoles, 14 de julio de 2010

Renovarse o morir (o divorcio a la vista)


Llega el veranito y el Sr. Meeple va a disponer de bastante más tiempo (esperemos) para jugar a sus jueguecitos.

Ese es uno de los motivos por los la ficha negra ha decidido vender algunos de sus juegos y cambiarlos por nuevas e interesantes adquisiciones (eso y porque si no, la Sra. Meeple lo echa de casa).

Algunos son clásicos que interesaban a Mr. Meeple desde hace tiempo y que, después de leer las reglas...pa’ la saca. Otros son juegos con mecánicas originales o diseños con buenas críticas de diferentes jugones.

Algunos de ofertón, otros bastante caros por estar descatalogados, ahí va la lista de las nuevas adquisiciones a las que intentaré dar caña este veranito:

- Aladdin’s Dragons. Un clásico. De los primeros “worker placement” (más o menos).

- Attika. Un juego del que he leído un poco de todo. A ver qué tal.

- Alexandros : éste es un Colovini del que he leído cosas buenas y también lo peor, más bien esto último, pero me van los riesgos.

- Clans. Otro Colovini, pero con buena crítica, cosa rara.

- Dschunke. Un juego con buenos comentarios. Me gusta Schacht.

- Jambo. Juego de cartas para dos jugadores de R.Dorn, un autor de garantías.

- Kreta. Uno de mayorías que hace tiempo quería probar.

- Lost Valley. Un juego con tema (esos le encantan a Mr. Meeple) y con muy, pero que muy buenos comentarios.

- Louis XIV. Ya lo tiene Pepe, pero es un juegazo tremendo y tenía que estar en la ludoteca meepleiana.

- San Marco. Alan R. Moon es una garantía y el juego es bastante interesante, sobre todo por la mecánica de “partir y elegir”.

- Tribuno ampliación. El juego base es tremendo, así que merece ser ampliado a 6 jugadores.

- Visionary. Un juego de 1997 diferente a todo lo que tiene el Sr. Meeple en su ludoteca. Un party game original.


¿Qué os parecen mis últimos fichajes?

Saludos

domingo, 11 de julio de 2010

Sesión 9 y 10 de julio


Las obligaciones familiares impidieron a Sr. Meeple y compañía reunirse la semana pasada para darle al vicio jueguil.

Esta semana teníamos que desquitarnos, pero las agendas de todo el mundo impidieron jugar todo lo que hubiésemos querido.

Viernes

El viernes se pasó por casa Pepe. La Sra. Meeple estaba ocupada, así que mientras esperábamos a Alber, echamos un Aton, por ser juego de dos jugadores.

Aparte el palizón que le endiñé a Pepe, hay que decir que el juego me gustó bastante. Faroleo, psicología y algo de estrategia. Un juego estupendo que le costó a Pepe tres o cuatro eurillos en Esssen.

Llegó Alber y de Egipto nos fuimos al Salvaje Oeste, a darle al Carson. Cada vez me parece más JUEGAZO. Palizón descomunal de Pepe, y Mr. Meeple, como siempre, con la empanada del tercer turno y a quedar último.

El palizón se fue gestando a partir del uso y abuso por parte de Pepe de las casillas de cambio de dinero por puntos de victoria para, en el último turno, controlarnos con el pistolero. Mr. Meeple fue a la estrategia de construir con el chino mandarín y, a pesar de recuadar 99$ en el último turno no llegué ni a cogerles el rebufo. Lamentable partida para mí, aunque tremendamente divertida.

Sábado

Pepe tenía compromisos familiares y desgraciadamente no pudo estar en la sesión del sábado. Lástima porque me hubiese gustado la revancha al carson. Carlos vino al rescate y se pasó por casa.

Empezamos la velada con un Oregón a dos. Tras la primera partida se sumó la Sra. meeple y echamos un Oregón a tres. Mr. Meeple ganó las dos partidas.

Llegó Alber y probamos otro Carson City. Como siempre, todo el mundo iba sumando puntos de victoria a base de canjearlos por dinero. Mr. Meeple empezó el cuarto turno con cuatro miserables puntos de victoria.

En los turnos antriores había centrado mi estrategia en la construcción a tutiplén. Mi primer turno fue el capitán (compré tres vaqueros), el segundo y el tercero el chino y el último elegí a la tendera.

La cuestión es que había construido una iglesia que protegía un Saloon, un hotel y un Drugstore. En el último turno elegí la tendera para doblar los ingresos del Saloon, lo cual me reportó 60 dólares a los que añadí 6 del hotel, 12 del drugstore y 5 de tres escuálidos ranchos. Total: 83 dólares recuadados en la última ronda (mi récord está en 99)

Me retiré de la partida el primero para guardarme un vaquerito en vista de los cruciales duelos que se avecinaban (además tenía 6 pistolas obtenidas con los ranchos y la prisión, y la inicial, claro).

Carlos, Alber y la Sra. Meeple se pelearon por las triples pistolas. Para mi estrategia era vital que no ganase el duelo ninguno de los chicos y así fue. La Sra. Meeple se llevó el armamento, lo cual me permitió ganar dos duelos claves: a Carlos el de 2 puntos por cada parcela y a Alber el de 1 punto por edificio construido.

Así,en el último turno cobré 8 PV por mis edificios canjeados por la casilla correspondiente, 4 PV por mis 8 parcelas según la casilla correspondiente, 16 PV por mis 8 edificios al final de partida, 2 PV por el canjeo de exceso de dinero y 10 PV por el canjeo de dinero de los 60$ de la tendera. Amo a esa mujer. Me dió mi primera partida del Carson City.

La anécdota es que acabé la partida con 28 PUNTOS!!!!!! imposible. Se nos olvidó sumarme los puntos de victoria por algún concepto. Pero los números cantan (40 PV en el último turno más los 4 puntos anteriores, 44 en total).

Tras la super-remontada, la Sra. Meeple se retiró a dormir y Carlos, Alber y Mr. Meeple le dieron a un Samurai (ganó el hermanito) y un par de Taluvas que ganaron Carlos y Alber con ambas partidas ajustadísimas entre los tres. La partida de Samurai la ventilamos en un ratito. ¡Cómo se nota que no estaba Pepe!!! LEN-TOOOOO-RROOOOOOO!!!

Muy buena noche de juegos.

Tanto juego y tan poco tiempo para jugar...

Saludos.

jueves, 1 de julio de 2010

Mini minireseña: Bang!


I SHOT THE SHERIFF
BUT I SWEAR IT WAS IN SELF-DEFENSE



Falso, CABRONES!!!!
"ID A LA MIERDA!!! (y cosas peroes que no puedo reproducir por si esto lo lee algún menor)"

Esto es lo que acaba diciendo siempre Mr. Meeple en cuanto muere, justo antes de que le llegue el primer turno, en el apreciado y bien valorado Bang!!!

Pero ¿Por qué gusta tanto este juego?

No voy a hablar en esta micro reseña de turnos, mecánicas ni estrategias. Sólo de sentimientos.

ODIO ESTE JUEGO.

Y lo odio no sólo porque es absurdo, aburrido, sin estrategia alguna, tontorrón y totalmente insulso, no.

Lo odio porque cada vez que lo juego muero antes de poder hacer una sola jugada.

¿Existe algún otro juego en el que puedas quedar eliminado sin poder hacer una sola jugada, sin que te llegue el turno?

Además, creo que es un hobby de la mesa cargarse al Sr. Meeple para ver cómo despotrica.

Así que no vale eso de "But I swear it was in self-defense"

(Esta semana de juegos del oeste y la coña del I shot the sheriff ha hecho que no pare de oir a Bob Marley. Qué grande!! Eso es un mito de verdad).


CARSON CITY...eso sí que es el salvaje oeste. JUEGACO!!!!
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