Autor: Eric M. Lang
Publicado por: CMON y Edge Enterteinment en español
Año de publicación: 2017
Duración: 90 minutos
Número de jugadores: 3-5
Mecánica: mayorías y colocación de trabajadores
Tengo la desgracia de ser débil con los juegos de temática mafiosa y del oeste, así que en cuanto vi este juego supe que iba a ser mío (y eso a pesar de que los setenta y pico machacantes eran una excusa perfecta para hacer oídos sordos). Para más inri, mi última visita a Gigamesh puso en mis manos la última copia de la tienda y si le metes presión a un jugón de compras ya sabéis cómo acaba la película.
Componentes
Edge acaba de editar en español este juego que editó antes CMON con todo lo que eso supone: sobreproducción, miniaturas y un pastizal que dejarse.
Como era de esperar las miniaturas son bastante molonas (no la repera, pero molonas) y los componentes son, en general, de muy buena calidad. Pero las 34 miniaturas, las 214 cartas, los 47 fichas de plástico, las 12 losetas y las 5 cajas metálicas no justifican de ninguna manera los casi ochenta euros que cuesta el juego.
Además, lo vistoso de las miniaturas queda compensado con el lamentabilísimo diseño gráfico de las cartas de mercancía, que no pueden ser más cutres, así como algún otro componente (como la ficha de jugador inicial) que no están al nivel.
En este mismo sentido, cabe destacar que las cartas de trabajo presentan todas la misma ilustración de Vito Corleone y sólo cambia el color del margen y el texto. Un poco espartano todo, siempre relacionándolo con el precio.
También es reprochable que no se haya explotado suficientemente la "franquicia" de El Padrino, pues ni el desarrollo de las partidas, ni los lugares, ni los personajes, ni ningún otro aspecto del juego (salvo alguna anotación o cita del reglamento) hace referencia al mítico universo Corleone. Una pena.
Como último aspecto negativo de los componentes cabe destacar que las cartas de trabajo son escasas hasta el punto de que pueden acabarse en una partida de cinco jugadores antes de que finalice el juego.
Por desgracia, esto es un aspecto que (parece ser) ya estaba previsto porque el inserto tiene hueco para nuevos ocmponentes.
Estas cosas a mí no me gustan, y menos en un juego con ese precio.
Veamos si la experiencia lúdica compensa estos defectos.
El juego
El Padrino es un juego cuyo objetivo es tener más dinero que los demás jugadores al final de la partida, que se desarrolla en 4 rondas divididas en 5 fases.
1.- Fase de negocios. Un nuevo edificio se coloca en el distrito del mapa con un espacio libre. Si hay varios el del distrito de menor número.
2.- Fase de acciones. Los jugadores realizan una de las cuatro acciones disponibles en su turno.
- Colocar uno de sus gángsters en uno de los edificios del tablero. Los edificios tienen una acción principal, la tapadera, y una acción secundaria, la trastienda. Cuando un matón es colocado en uno de los edificios activa inmediatamente la tapadera de ese edificio.
Laos beneficios de los edificios son conseguir dinero, recursos para completar trabajos o cartas de trabajo. Todo lo que se obtiene va a la mano y, dado que al final de ronda hay un límite de mano, se hace imprescindible utilizar la acción de blanquear dinero, que nos permite colocar cartas de dinero de nuestra mano dentro de los maletines. Sólo el dinero blanqueado contará al final de la partida para establecer el ganador.
-Colocar un familiar en uno de los espacios del tablero. Al hacer eso, el jugador activa todas las trastiendas de todos los edificios de los distritos adyacentes.
- Completar una carta de trabajo (que puede estar en su mano o bien una de las disponibles para todos los jugadores). Los trabajos permiten recolocar miniaturas de un sitio a otro, acciones extra, eliminar fichas del tablero para darle de comer a los peces del río Hudson, robar dinero, etc. Lo viene a ser un día en la oficina para un matón.
Los trabajos se completan pagando los recursos necesarios indicados en cada carta (dinero "sucio", armas o alcohol, que pueden ser sustituidos por el comodín "droga").
Cuando completas una carta de trabajo cobras su recompensa y colocas la carta completada en el maletín. Hay cuatro tipos de carta de trabajo. Al final de la partida se comprueba quien tiene mayoría de cartas en cada uno de los tipos de trabajo. Cada tipo de trabajo otorga 5 puntos a quien tenga mayoría.
- Jugar una carta de aliado, que debe haberse conseguido previamente en la penúltima fase de una ronda previa.
Si a los jugadores no les quedan miniaturas que colocar no podrán cumplir trabajos ni jugar aliados.
3.- Fase de mayorías.
Se comprueba distrito a distrito (hay siete) quien tiene mayoría en cada uno de ellos. Quien tenga mayoría (en caso de empate nadie) coloca una de sus fichas de influencia en dicho distrito. Si ya había una (o varias) la coloca encima. Quien tenga la ficha de influencia visible recibe un bonus cuando alguien extorsione un negocio (tapadera) en ese distrito de forma que también puede activarlo inmediatamente. Así, si alguien coloca un gángster en un edificio de un distrito que controlas, tú también puedes activar el edificio.
Al final de la partida cada distrito otorgará 5 puntos a quien tenga más fichas de influencia.
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Aliados, dinero y trrabajos |
4.- Fase de soborno
Los jugadores deben pujar por las cartas de aliado disponibles ese turno. Se puja con el dinero ya guardado en los maletines. Siempre hay disponible un aliado menos que jugadores, por lo que quien apueste menos se quedará sin carta de aliado, que ofrece beneficios y acciones extra al ser jugada.
5.- Fase de tributo al don. Los jugadores deben reducir su mano al número de cartas indicado en la ronda. En esa mano se incluye la carta de aliado recién conseguida si es que se adquirió una.
Recordemos que el dinero, los trabajos, los aliados y los recursos, son cartas que van a nuestra mano.
Al final de la cuarta ronda (en la que no hay soborno) finaliza el juego. Se otorga dinero por la mayoría de influencia en cada distrito (en caso de empate lo recibe quien tenga su ficha visible en la pila de fichas), dinero por cada mayoría en cada tipo de trabajo (en caso de empate los empatados reciben el bonus) y a eso se le suma el dinero blanqueado que cada uno tenga en sus maletines.
Opinión
El Padrino: el imperio Corleone es un buen juego de colocación de trabajadores y mayorías. No es un juego que innove nada en absoluto en cuanto a mecánicas, pero sí aporta suficiente interacción como para desmarcarse del típico euro. En cuanto a mecánicas es un euro puro y duro, pero su interacción lo diferencia del resto.
Esa interacción que planteamos como un elemento positivo no va a gustar a muchos jugadores porque es una interacción directa, dura y a veces negativa. Eurogamers calculines que queréis optimizarlo todo en vuestro tablero individual sin interferencias ajenas: absteneos. Maridos y mujeres que os llamáis "cari" el uno al otro antes de cogeros de la mano con delicadeza: absteneos. En El Padrino vamos a recibir más de una hostia bien "da". No va a haber nadie que se vaya sin recibir un buen zasca. Hay para todos.
La duración puede irse un poco de madre porque el diseño puede conducir al AP, pero eso se remedia rompiendo un par de piernas. Al fin y al cabo estamos jugando a la mafia (esto podría aplicarse siempre con independencia de la temática, así no habría problemas de atascos).
El juego no escala demasiado bien. Debe jugarse a cuatro o cinco jugadores. Las mayorías y las "guantás" es lo que tienen.
Como ya apunté al hablar de los componentes resulta muy cutre que las cartas de trabajo sean insuficientes para una partida de cinco jugadores, además de que su variedad (estética y de acciones a resolver) es también pobre.
Estamos en definitiva ante un gran euro con interacción directa y desagradable que tiene una duración un poquito pasada de vueltas (no demasiado) para lo que ofrece y con una producción que, a pesar de entrar por los ojos de primeras, resulta muy irregular cuando juegas (la pieza de jugador inicial por ejemplo es de una cutrez insuperable).
Si os gusta la interacción y no os importa que haya agresiones y daño directo, El Padrino es un juego que vais a disfrutar muchísimo a pesar de que se echan de menos más referencias a la película.
Se queda.