De esos 159 sólo hay 74 descubrimientos, hecho que demuestra que cada vez me cuesta más y me apetece menos seguir el ritmo frenético de estrenos. Por lo general me gusta repetir (e incluso quemar) juegos, pero es que además el ritmo de estrenos es insostenible a no ser que estrenes, juegues dos partidas y abandones a la criatura en la estantería.
De nuevo he intentado el saludable hábito de sentarme cada día a la mesa a jugar una partidita con familia o amigos, o si no había ninguno cerca yo solo. El año pasado conseguí sentarme a la mesa 287 de los 365 días del año y este curso he bajado a 277 días.
La racha de días consecutivos jugando ha sido de 68 y la racha negativa de 5 tristes jornadas sin echarme una partida.
Volviendo a los descubrimientos, este año me ha resultado complicado elegir un puñado de juegos excelentes. De hecho, algunos de estos no estarían en listas de cursos pasados. Muchas novedades pero pocos juegos que me hayan resultado tremendamente atractivos.
Como fillers me quedo con:
Un filler de bolsillo muy sencillo y apañao que hemos quemado este verano.
Un triunfo en familia que además, se puede jugar en solitario. Muy recomendable.
Como party games me quedo con dos:
El día de la marmota
"The mind" con un tema (perfectamente implementado) y una chispa que lo hacen eternamente mejor que su inspirador. El juego además es un ejemplo del buen uso de las tecnologías a los juegos de mesa. La aplicación en este juego no aporta nada, pero resulta indispensable para que el juego funcione. Parece una contradicción pero no lo es. Quienes hayáis jugado sabéis a qué me refiero. Ya hablaremos de ello.
Just One
Fantástico party game cooperativo de palabras que no había descubierto hasta este año. Poco que decir salvo que es un imprescindible en su categoría.
Como juegos ligeros me quedo con estos cinco:
Mindbug
Mindbug es un filler, pero no lo incluyo en esa categoría porque tiene más chicha de lo que parece. Magic destilado en un solo mazo que tiene toda la pinta de ser un exitazo y carne de expansiones. Como decía, Mindbug es una píldora de Magic the Gathering con más faroleo que estrategia y unas ilustraciones guapísimas. Ganas de que llegue el Kickstarter.
Cascadia
No me parece una maravilla de juego, pero sí lo recomiendo por parecerme ideal como juego introductorio. Sencillo de normas, duración ajustada y excelente producción hacen de Cascadia una buena opción para regalar a esos sobrinos que están entrando a la afición.
Kulami
My City
Un legacy de verdad, y no porque al acabar no te queden componentes sanos para jugarlo, no. Al acabar no vas a poder jugarlo porque el juego base, es decir el que no se juega en campaña, es tremendamente soso y totalmente olvidable. Así pues, este es un juego para jugarlo en campaña y luego abandonarlo en el contenedor azul. La campaña eso sí, es muy divertida. Altamente recomendable.
Q.E.
Juego de subastas, casi party, que se juega sin dinero. Como leéis: pujamos por losetas para hacer colecciones que nos den puntos, pero el dinero es virtual. La gracia del juego, una de ellas, está en que el que haya gastado más dinero virtual al final de la partida queda eliminado.
Familiares - Pesos medios
Por el rey y por mí
Reimplementación de Biblios con un cambio de look que le favorece y unos retoques sutiles de normas (puntuación básicamente) que también le benefician.
Un filler que se puede jugar con jugones y no jugones ya que tiene su miga en las dos fases diferenciadas de la partida.
Mi juego favorito de los descubiertos en 2021. No lo considero un juego especialmente duro porque a pesar de las muchas posibilidades que te permite tu turno, las mecánicas son fáciles y es un juego del todo asequible. El juego me entusiasma por muchas cosas, ya las comentaremos a fondo, pero la más importante es que siempre que acabo una partida me echaría otra inmediatamente. Y no hay mejor señal que esa para detectar que amas un juego.
Que tengáis buen año y muchas gracias por seguir leyendo mis posts cada vez más infrecuentes y salpicados.