sábado, 24 de septiembre de 2011

lunes, 19 de septiembre de 2011

domingo, 18 de septiembre de 2011

Crónica de un pésimo -fantástico finde lúdico



Estoy escribiendo estas líneas después de dormir tres horas escasas.

Y es que, quienes más o menos seguís este blog ya lo sabeis: los fines de semana en casa de Sr. y Sra. Meeple son muy movidos:

El baño de los niños, vestirlos, hacerles la cena, dársela, lavado de dientes, un cuento y a dormir. Viernes y sábados, a las 21:00h los peques ya están durmiendo y a esa hora más o menos empiezan a llegar los amigos lúdicos para echar unas partidas que se alargan hasta las 4 o las 5 de la mañana.

A la mañana siguiente, los niños, que no se han estado echando un Caylus, se levantan a las 7:30h como unos campeones y Mr. Meeple tiene que levantarse a vestirlos y darles el desayuno, echándole una mano a la Sra. Meeple.

Hasta el miércoles no empiezo a ser persona.

Pero bueno, a lo que vamos, debeis perguntaros ¿por qué este tío titula el post como pésimo-fantástico finde lúdico?

Expliquemos la cosa.

Como casi siempre nos hemos reunido viernes y sábado de 21:00 a 04:30h y nos ha cundido muchísimo.

Sábado

Estrenamos el Giants: Pese a algún pequeño error de normas al principio, gustó bastante el juego. Aquí ganó mi hermano bastante sobrado. Partida muy larga, por ser la primera, pero chula. Qué bonico es el jodío y ¡cómo me gustan los juegos sobreproducidos! (si no son un truño, claro).

Mirad qué bonico quedó el tablero.

Tras el Giants, la sra. Meeple se fue a dormir y quedamos en pie de guerra Pepe el lento (cada vez menos lento, o no), mi hermano Alber el loser (cada vez menos loser, o no) y Mr. Meeple el malas pulgas, con las mismas malas pulgas de siempre.

Los tres nos echamos un La Cittá, y ahí empezó el fn de semana negro. Partida para olvidar, hice el pena. En el segundo turno (y aún no sé cómo) exterminaron buena parte de mi población y no tuve ni una oportunidad de remontar. El juego me encanta, pero veo (habrá que constatarlo) que si te zurran al principio y las cartas no acompañan, las posibilidades de remontar son casi inexistentes. Puede ser un problema grave.

Después de la Cittá un Burgund. Juegazo. Estoy enganchadísimo quiero, otra, y otra y otra...Ganó Pepe y yo perdí de largo.

Domingo

Pepe se trajo el Blue Moon City del churrero kinizia y, como era de esperar -el tipo hacía una obra maestra de vez en cuando (años ha) y zurullines bastante a menudo-. El juego es un zurullín.

Ganó la Sra. Meeple de palizón y se fue a dormir.

Otra vez los tres mosqueteros y empezamos la noche con un Burgund, que volvió a ganar Pepe. No le cojo el punto a este juego. Siempre gana fácil Pepe y aún no le he cogido la estrategia. Que el juego se me resista aún me pone más. ¡Me encanta!

Después del Borgoña un Troyes. Madre mía qué palizón de mi hermano. Creo que he hecho mi peor marca personal de puntos en este juego: 18. Lamentable partida en la que no jugaba a nada. Y con nada me quedé.

Como decimos en mi casa PALIZAKA!! Más o menos cómo ésta:

Tras la palizaka, a la una y media y para aligerar las neuronas, decidimos echarnos un Caylus. Partida muy igualada hasta el final con planteamientos muy diferentes: Mr. Meeple se infló a construir edificios y en el castillo, Pepe se infló a favores reales y Alber lo compensó todo bastante bien. Al final, Pepe ganó por 9 puntos gracias, entre otras cosas, a la activación de la iglesia de los cojones (5 puntos de victoria pagando 4 deniers). Segundo puesto. Otra derrota. Esta vez digna, pero derrota.

Después de este buen sabor de boca les pedí uuna revancha al Burgund para mitigar mi adicción. Resultado: otra victoria de Pepe. ¡Que no! ¡Que no le cojo el punto! ¡Cómo me pone!

Como reza el título, pésimo-fantástico fin de semana lúdico. Fantástico porque hemos jugado ocho buenas partidas, y pésimo, porque he desbancado a mi hermano del título de Loser. 8 partidas 8 derrotas.

Sooooooooy un perdedor I'm a loser Baby. So why don't yoy kill me?

Pero bueno, aún así, siendo un loser, me lo he pasado genial

ADRIANNNNNN (grítese con la boca torcida)

sábado, 17 de septiembre de 2011

Más Feld: Luna

Diseñador: Stefan Feld
Editado por: Z-Man Games, Hall Games
Año de Publicación: 2010
Número de Jugadores: 1-4
Duración Aproximada: 90 minutos
Categoría: Colocación de trabajadores.

Seguimos hablando de Feld porque en casa de Sr. y Sra. Meeple llevamos un par de semanas jugando sin parar a juegos de este señor.

Componentes

E-S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R-E-S
Todo el material es de excelentísima calidad y muy vistoso.

Además, el tablero (semi-modular) y las islas que se sitúan alrededor del tablero central hacen del juego aún más llamativo.

Si os gustan los juegos con materiales potentes, Luna debe netrar en vuestra ludoteca.

El tema

¡Menuda mierda de tema! Lo siento. Algunos ya sabéis que me encanta la temática en los juegos y aquí el tema fantástico está bastante cojo.

Han querido ser originales, pero a mí ya me valía el tema de comerciar en la edad media.

Se supone que estamos luchando por ser la nueva sacerdotisa del templo de la Luna y que tenemos que hacer méritos para ello. ¿Motiva? A mí desde luego no.

Si sois amantes de los juegos con tema, no se lo tengáis en cuenta a este Luna, porque desde luego no es uno de sus fuertes.

El juego

Seis rondas de juego que se desarrollan en el archipiélago del tablero, que está formado por una isla central (El templo de la luna) y siete pequeñas islas a su alrededor.

Cada una de las islas nos ofrece un poder especial que podremos reclamar (obtener una loseta) y utilizar a lo largo de la partida.

Aquí os muestro una de las losetas, la de marea.


La loseta de marea permite mover en masa a nuestros meeples, la de hierbas reactivar a dos de nuestros novicios previamente utilizados, la de templo construir un altar si está presente el arquitecto, la del saco de dinero reclamar losetas de templo y colocarlas en él, la del barco desplazar a nuestros novicios de modo que sigan estando activos, la de novicio permite sustituir un meeple nuestro por la ficha y la de libro proteger a nuestros novicios del templo de agresiones de los oponentes.

La partida empieza con ocho seguidores colocados por parejas en cuatro de las siete islas. Además, se coloca un templo en una de las islas no ocupadas por novicios (hay un set up predeterminado o bien los jugadores expertos pueden ir colocando las fichas en las islas que deseen).

Cada isla tiene una loseta del poder correspondiente poder por cada jugador en la partida (tres jugadores tres losetas, etc.) y cada jugador sólo puede tener una loseta de cada poder.

Mecánica

Muy sencilla.

El turno tiene una primera fase de acción.

Los jugadores pueden utilizar sus seguidores para hacer las diferentes acciones: conseguir una loseta en una isla, construir un altar si está el arquitecto, reclamar una loseta del camino y reclutar un nuevo seguidor. Para realizar estas acciones, bajamos de la isla a dos seguidores ubicados en esa isla y los ponemos "en el mar" (quedan inactivos hasta el sigiente turno o hasta que se revitalicen con una loseta de hierbas). Algunas de estas acciones pueden hacerse con un solo seguidor si en la isla tenemos uno de nuestros altares.

Otras acciones son reclamar una loseta de templo, ubicarla en su lugar dentro del templo (lo que nos dará puntos de victoria automáticos), mover al apóstata (que nos permitirá enchufarle puntos negativos a otros jugadores), dar sabiduría a nuestros novicios del templo (les protege ante novicios nuevos) y mover el marcador del cosejo de la sacerdotisa (lo que nos dará puntos al final de la partida).

Al final de la fase de acción se inicia la fase de puntuación. Se puntúan tres cosas:


- Puntos positivos para quien tenga mayoría en la isla de la sacerdotisa.
- Puntos negativos por el apóstata (un punto más uno por cada seguidor que tengamos en su isla).
- Un punto por cada novicio que tengamos en el templo.

Opinión

Mr. Meeple es fan de los juegos de colocación de trabajadores y lo que más le gusta de este Luna, además de lo bonito que es el jodío, es que es original.

La mecánica es bastante innovadora en cuanto a la forma de utilizar tus meeples y en cuanto a cómo va variando el tablero y la funcionalidad de cada casilla. En cada turno la sacerdotisa, el apóstata y el arquitecto se mueven, por lo que cada isla (cada casilla) tendrá una función diferente en cada turno.
El juego tiene interacción entre jugadores. Mover el apóstata puede fastidiar a los demás, el tema de expulsar a los novicios del templo si no están protegidos con un libro también tensiona y toca las narices.

Hay muchas formas de puntuar (sacerdotisa, ir al templo, colocar novicios, proteger a tus novicios, restar puntos a los demás con el apóstata y sumar en el consejo).

Hay varias formas de sumar por lo que hay varias estrategias.

No es mi juego favorito de colocación de trabajadores, pero sí creo que tiene caché para estar en una buena ludoteca por su originalidad y diferencia con el típico worker placement.

Y no es de mis favoritos porque, aunque hay interacción y algo de puteo, le encuentro un poco falto de alma, un poco frío, algo que a mi gusto (y aquí me vais a dar cera) es típico de Feld: me gusta mucho Notre Dame, pero le falta trempera; me encanta, adoro, estoy enganchado al Burgund, pero también le falta un pelín de espíritu (única pega); Speicherstadt, tres cuartos de lo mismo...

Pero bueno, a pesar de esta mini-crítica, es un juego de notable y estupendo para cualquier ludoteca en su apartado de colocación de trabajadores.

Saludos

viernes, 16 de septiembre de 2011

Reseña: Los Castillos de Borgoña


Diseñador: Stefan Feld
Editado por: Alea y Ravensburger
Año de Publicación: 2011
Número de Jugadores: 2-4
Duración Aproximada: 90 minutos
Categoría: Dados y colocación de losetas.

En los últimos dos meses estoy reciclando mi ludoteca. Los problemas de espacio y la crisis han provocado el final del romanticismo lúdico y han acabado con el sentimentalismo de guardar juegos por el mero hecho del coleccionismo.

Así, juego que no se juega ni tiene vistas de ser jugado (normalmente porque a mi grupo de juego no le gusta), sale de mi ludoteca.

Eso sí, si sale un juego entra otro. Y con este panorama, en los últimas semanas han salido de mi ludoteca unos cuantos y han entrado otros: Luna, Jaipur, Tikal II y éste Castillos de Borgoña del que os hablo hoy.

Todos me han gustado mucho. Ya iré comentándolos por aquí.
Componentes

Todo muy apañao y de buena calidad. Como pega decir que los colores pastel son un pastel, nunca mejor dicho.

Cuesta mucho concentrarse en el tablero individual con esa mierda de colores.

El juego

Se compone de 5 rondas con cinco turnos cada uno.

En cada turno tenemos única y exclusivamente dos acciones.
Al inicio de turno tiramos dos dados. El resultado de cada dado nos indica qué acciones podemos hacer de entre las siguientes:

- Adquirir una loseta del tablero común y llevarla a la reserva de nuestro tablero individual. El tablero común tiene diferentes zonas, 6 zonas más una zona central en la que hay diferentes losetas. El número del dado indica que podemos coger una loseta dde la zona correspondiente.

- Colocar una loseta previamente adquirida en nuestro tablero individual. Cada jugador tiene un tablero individual con multitud de hexágonos marcados, cada uno tiene un color y un número. Bien, para colocar una lsoeta previamente adquirida, el número de dado debe coincidir con el hexágono de destino y la loseta colocada debe coincidir con el color indicado. Además, la loseta colocada debe ubicarse adyacente a una colocada anteriormente.

- Vender mercancías. Cuando colocamos un barco en nuestro tablero individual podemos coger losetas de bienes. Hay seis tipos de bienes, cada uno de ellos numerados del uno al seis. Si elegimos vender bienes, podremos vender los bienes del número elegido y obtener puntos de victoria y una pepita de plata.

- Coger 2 trabajadores. Cada trabajador permite manipular el resultado de un dado en +1 o -1.

- Además, en cada turno y como acción extra, se pueden pagar dos pepitas de plata y coger una loseta de la zona central (negra) del tablero común.

Las losetas

La clave del juego está en las losetas.

Hay varios tipos de losetas que, cuando son colocadas en nuestro tablero, activan un efecto especial.

Los barcos permiten adelantarte en el track de jugador inicial y coger mercancías del tablero común.

Los castillos te dan una acción extra este turno repitiendo el uso de uno de tus dados.

Las minas te dan una pepita extra al final de cada fase (ronda).

Las losetas amarillas son, por lo general, puntos de victoria (multiplicadores) al final de la partida.

Los edificios (losetas marrones) proporcionan diferentes ventajas: los almacenes permiten vender mercancías sin usar un dado, las posadas te dan 4 trabajadores, las iglesias coger una mina, una loseta amarilla o un castillo del tablero central (sin usar dado) etc.


Al final de la partida ganará quien tenga más puntos de victoria, ¡Cómo no!

Los puntos de victoria se obtienen: vendiendo mercancías, cerrando grupos de hexágonos del mismo color, con los multiplicadores de final de partida y con el edifico "Atalaya".

Opinión

Me encanta este juego. A pesar de que las mecánicas no son la repanocha y de que el tema de los dados es bastante simplón, el juego tiene un no sé qué que te engancha bastante.

Siempre que acabo me apetece jugar otra.

Es un juego de dados y hay algo de suerte, pero los mecanismos de manipulación de dados minimizan el azar. Enemigos de los dados, no temáis.

Aunque no rebosa interacción, sí que hay fastidio entre los jugadores, sobre todo al coger losetas que le puedan inetresar a los demás.

Un juego de mecánicas sencillas, que se basa en saber optimizar a tope y encadenar combos ecuando colocas losetas.

No conozco muchos juegos que se le parezcan (aunque bien visto, me atrevería a decir que es un Attika con dados) y esta originalidad, como mínimo, ya le vale para estar en una buena ludoteca.

Saludos
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