Diseñador: Helmut Ohley y Leonhard "Lonny" Orgler
Publicado por: Hans im Glück, Z-Man Games y otros
Año de publicación: 2013
Duración: 90 minutos
Número de jugadores: 2-4
Categoría: Colocación de trabajadores.
En el pasado Essen el amigo Israel de Discutir Jugando no hacía más que pedir que probásemos el Russian Railroads, pero entre pitos y flautas acabamos por marcharnos de la feria sin poder sentarnos a echarle un tiento.
Semanas más tarde todo el mundo hablaba maravillas del juego y, después de leer las reglas por encima y por culpa del hype de Edgar, Muevecubos, decidí comprármelo casi a ciegas.
¿Acerté? Veamos
Componentes
Típicos componentes de Hans im Gück, es decir, todo de una calidad excelente. Tablero principal de dos caras (una para dos jugadores), madera abundante, cartón del grueso y un reglamento que está muy bien redactado y con muchos ejemplos. Un diez para autores y editorial.
Tema
La dupla de autores han creado juntos más de un 18XX y a este euro que estamos analizando decidieron ponerle tema de trenes como podían haberle puesto cualquier otra temática. Tema no tiene, pero qué le vamos a hacer.
Los jugadores compiten por construir las tres líneas de ferrocarril ruso.
El juego
A lo largo de 6 (2 jugadores) ó 7 turnos (3 ó 4 jugadores) debemos colocar nuestros trabajadores en las diferentes casillas de acción que, como suele ser habitual, una vez ocupadas no pueden ser utilizadas por otro jugador.
Cada jugador tiene un tablero individual en el que debe desarrollar lo más rápido y con la mayor eficacia posible tres diferentes tramos de vía.
Al avanzar en los tramos de vía obtendremos puntos por los raíles grises, marrones, marfil y blancos. Y además, en algunos tramos de cada vía obtendremos bonificaciones y extras varios (meeple extra, cartas de puntuación, raíles de otro color, etc.).
Los raíles siempre deben avanzar en un orden determinado: primero el negro, luego el gris, el marrón, el marfil y el blanco. El raíl de un color determinado nunca podrá adelantar al de un color "superior" (por ejemplo, nunca puede haber un raíl gris delante de uno negro).
Clave en este juego es hacer avanzar los raíles en la vía. Así, la mayoría de acciones del tablero están para cumplir esa función.
Tenemos también acciones secundarias que nos dan diferentes premios: dos monedas (que sirven para comprar ingenieros y que pueden servir como un trabajador), dos trabajadores extra para ese turno, un multiplicador, avances en la industrialización, una locomotora o una fábrica.
Las vías
La primera es el transiberiano, La vía más larga (15 pasos) en la que podremos obtener multiplicadores por los diferentes raíles que coloquemos.
La segunda, la de San Petersburgo tiene 9 pasos y, aparte de algún bonus, bonifica el avance del raíl gris.
La última, la de Kiev, también de 9 pasos, bonifica el avance del raíl negro ya que es la única vía que puntúa este color.
Las locomotoras
Para que nos puntúen los raíles necesitaremos que una locomotora tire del tren. Así, para que nos puntúe la casilla, por ejemplo, 8 necesitaremos al menos una locomotora de al menos un nivel 8 en esa vía.
Las locomotoras se consiguen en una de las casillas de acción. Y al activarla podremos colocarla en una de las tres vías. La primera, la del transiberiano, puede tener hasta dos locomotoras. Las otras dos sólo una.
Si cogemos una locomotora y la colocamos en una de las vías, podemos sustituir una de las preexistentes, que, a su vez, podrá ir a otra vía. Si todas las vías están ocupadas, se irá a la reserva general como fábrica.
Locomotoras y fábricas |
La industria.
Además de con las vías, podemos obtener puntos de victoria y bonus con la industria (parte inferior del tablero individual). Las losetas de locomotora se pueden utilizar o bien como locomotoras o bien como fábricas. Si las elegimos como esto último, las colocaremos en la zona de industria de nuestro tablero individual.
Cuando nuestro marcador de industria pase por nuestras fábricas, éstas se activan y nos dan un bonus.
Los ingenieros
Son otra parte esencial de la partida.
En cada partida habrá disponibles 7 (3-4 jugadores) o 6 (2 jugadores) ingenieros. En cada turno hay un ingeniero disponible como si fuera una acción más. Y otro ingeniero para contratarlo (con contrato indefinido) por un rublo y tener una acción nuestra en exclusiva a partir de ese momento.
Además, al final de la partida quien tenga más ingenieros se lleva 40 puntos y el segundo 20.
ingenieros |
Puntuación
Al final de cada turno se puntúan los raíles de cada color cubiertos por locomotoras, más los puntos de la industria.
Al final de la partida, además, se otorgan los puntos por los ingenieros y los que otorguen los bonus de cartas previamente conseguidas.
Partida en juego. Imagen BGG |
Opinión
Russian Railroads es un juego con unos componentes vistosos y de calidad.
Un eurogame puro y duro de colocación de trabajadores carente de tema y de originalidad pero que, a pesar de esos defectillos, es un juego en el que las mecánicas encajan a la perfección. Todo cuadra y fluye estupendamente y se disfrutan unas partidas llenas de tensión y apreturas en el marcador.
Un eurogame puro y duro de colocación de trabajadores carente de tema y de originalidad pero que, a pesar de esos defectillos, es un juego en el que las mecánicas encajan a la perfección. Todo cuadra y fluye estupendamente y se disfrutan unas partidas llenas de tensión y apreturas en el marcador.
Como único aspecto negativo destacar lo engorroso de la puntuación pues los marcadores pueden superar los 400 puntos y es un poco coñazo tener que contar tanto al final de cada ronda.
El juego escala muy bien gracias a las dos caras del tablero y a las diferencias de acciones disponibles en partidas de dos y más jugadores.
La duración de las partidas una vez dominado el tema puede llegar a reducirse a una hora con dos o tres jugadores por lo que la relación calidad-tensión-duración es uno de los aspectos más positivos del juego.
En mis primeras partidas pensé que el juego te dirigía y que las opciones eran pocas y repetitivas, sobre todo al principio del juego. Nada más lejos de la realidad. Después de bastantes partidas, he visto que hay diferentes formas de ganar y que lo que parecía obvio no lo es. Hay muchas opciones y variables a lo largo de la partida.
Otra cosa que me preocupaba era la rejugabilidad. Pensaba que el juego se quemaría muy pronto. Pero después de bastantes partidas mi opinión ha cambiado y le veo varias opciones. Los ingenieros dan tonos diferentes a cada partida.
Estamos, en definitiva, ante un juego que nos va a hacer tomar decisiones interesantes y que nos va a dar suficiente dosis de tensión como para desear jugar una partida tras otra.
Si tuviera que calificar con una palabra este juego sería "adictivo".
Un gran juego muy recomendable para los amantes de los buenos eurogames y en especial de los juegos de colocación de trabajadores.
De mis favoritos de Essen 2013.
Hasta la próxima reseña.
Hasta la próxima reseña.