lunes, 22 de noviembre de 2021

Morir de éxito

 


Como todos debéis saber, este fin de semana se ha celebrado en Barcelona el DAU, el festival de juegos más grande de España que en 2021 celebraba su décimo aniversario (y además la despedida de su ideólogo, padre y madre Oriol Comas).


DAU es un evento que ha hecho muchísimo por la difusión del juego y el crecimiento de la industria lúdica en este país. Un éxito descomunal que se ha visto reflejado en su constante crecimiento y aumento de asistentes. Cada año más actividades y más público.

Basta con asomarse a las redes para ver cuánta alegría y buenas palabras hay para el festival. Editoriales, autores e “influensers” se congratulan de lo fantástico que ha sido el evento.

Y no me cabe ninguna duda de que así ha sido para ellos.
Como autor entras al festival con tu “acreditación”, sin colas, y tienes tu mesa siempre llena de gente que prueba gustosamente tu diseño. Una maravilla.

Como “influenser” saludas a tus colegas de toda España, charlas, salseas, te ríes y disfrutas el festival durante y después del mismo. Inmejorable.

Como editorial tus mesas siempre están llenas y tus juegos se dan a conocer a un público cada vez mayor. Perfecto.

Un servidor ha ido al DAU en casi todas sus ediciones en su rol de padre de familia que acompañaba a sus niños (uno muy poco jugón) a pasar un día de juegos.

Este año no.

Y no he asistido porque me parece terrible que para un evento así haya que hacer colas de hora u hora y media fuera del recinto, por mucho que haya animadores contratados para hacerte la espera más llevadera. No he asistido porque una vez que has accedido al evento tras hora y media de espera vas a tener que deambular otro buen rato para encontrar alguna mesa vacía. No he asistido porque (así me lo han dicho otros padres y madres asistentes) muchas veces debías volver a hacer cola cuando cambiabas de recinto dentro de la propia feria.

Reitero que no se le puede quitar ni una milésima de reconocimiento al festival y que no se le puede negar todo lo que ha hecho por los juegos de mesa en España.
Pero he tenido que escribir estas líneas porque no he leído aún ni un solo comentario negativo en relación al festival y creo que es positivo poner el acento en las cosas que quizá no han funcionado tan bien.

DAU es un festival al que el recinto Fabra i Coats hace tiempo que se le ha quedado pequeño y lo que eso puede provocar en algunas familias, en la mía por ejemplo, puede ser muy  contraproducente pues, al menos en mi caso, no vamos a volver al festival mientras sigan dándose estas circunstancias.

Y es una pena porque siempre que hemos ido lo hemos disfrutado muchísimo.

Espero que haya muchos DAU venideros. Pero así no, por favor.

Morir de éxito.

viernes, 12 de noviembre de 2021

Partidas octubre 2021

 


Menos juego de lo habitual en octubre: 82 partidas a 29 juegos diferentes y 9 descubrimientos que os paso a comentar. 

De nuevo no consigo la meta de jugar todos y cada uno de los días del mes (las extraescolares de los niños me han dejado sin jugar todos los miércoles).


Luna Capital

Uno de los nuevos lanzamientos de Devir para Essen, un juego draft y colocación de losetas en el que deberemos crear nuestro propio asentamiento lunar mediante la construcción de edificios conectados entre sí. Al final de la partida cada tipo de edificios nos dará una serie de puntos, generalmente por conexión.

El juego se desarrolla con la mecánica de draft pues en cada turno elegimos una carta de terreno lunar, la cual va asociada a una loseta de edificio (luego dos, luego tres y luego cuatro, para volver a empezar el proceso). Acto seguido jugaremos una de nuestras cartas de la mano, la elegida u otra que ya tuviéramos, y luego estamos obligados a colocar la loseta/s elegida este turno.

Las cartas tienen un número y deben colocarse respetando su orden numérico bien aun lado o bien a otro de una de las tres filas que podemos tener abiertas.

Además de los edificios, los jugadores pueden conseguir puntos cumpliendo alguno de los tres objetivos comunes mostrados al inicio de la partida. Estos objetivos le dan un punto de carrera al juego ya que son exclusivos del jugador o jugadores que primero los consigan en un turno.

Juego familiar de duración ajustada (unos 45 minutos) que cumple con su cometido y destaca por su estupenda producción (si bien el gris predominante es demasiado "triste" y acusado para mi gusto).

Un juego bien diseñado pero que no estaría entre mis preferidos de esta mecánica.


Nanga Parbat

Juego para dos jugadores de Steve Finn (Biblios, Sunset over water, Waters of Nereus, etc), un señor que tiene su propia editorial y que normalmente edita juegos ligeros muy amenos y apañaos, rompiendo la regla de que el autor-editor que publica sus propios juegos suele parir mierdas como castillos.

Nanga Parbat no es la excepción. Estamos ante un filler sencillo de colecciones con una producción apañada y un precio digno.

Mueves tu meeple a la región en la que se encuentre el meeple guía, eliges el animal de esa región que desees y mueves el guía a la región del número correspondiente al animal que elegiste.

Cada animal puede utilizarse para activar su acción especial y al final de la partida puntuaremos por colecciones de animales iguales o colecciones de animales diferentes.

Lo dicho, agradable, sencillo y muy ameno.


Furnace

Diseñado por Ivan Lashi (Skytopia y Smartphone Inc) Furnace es un diseño de subastas y una especie de "tableau building" compuesto por dos fases bien diferenciadas.

En la primera los jugadores entran en una subasta por las cartas disponibles en la ronda. Cada jugador dispone de 4 fichas de subasta numeradas del 1 al 4 y sólo puede pujar una vez por cada carta  (tampoco puede haber dos fichas con el mismo número de puja).

Así, sólo el jugador con la ficha más alta se llevará la carta a su zona de juego y el resto, en compensación, podrá activar el bonus loser de la parte superior de la carta (tantas veces como el valor de su ficha de puja).

Esta mecánica es una de las cosas más originales y graciosas del juego pues a veces te interesa perder una carta para obtener el recurso que necesitas.

Una vez todo el mundo ha jugado sus fichas de subasta, se reparten las cartas y se adjudican los bonus a  los perdedores.

Entonces entramos en la segunda fase del juego, la de colocación y activación de cartas. Cada jugador coloca las cartas conseguidas en su fila de juego (en el lugar que desee) y luego activa todas las cartas de izquierda a derecha, Estas cartas permiten obtener alguno de los recursos del juego y manipularlos, cambiando unos por otros o por dinero.

Al final de la partida quien haya obtenido más dinero gana.

Podemos describir Furnace como un juego con doble cara: la primera fase es brillante y divertida y la segunda es manida, sosa y tediosa hasta la muerte.

La primera fase salva el juego de ser una mierda seca, pero no de quedarse en el limbo de los fillers.

Vendo Furnace.

Ardillas Voladoras


Reedición de Eclipse editorial del juego Sugar Gliders del amiguete Néstor Romeral.

Un sencillísimo juego abstracto de movimiento y recolección de losetas que recuerda bastante a Pingüinos (Hey, that's My Fish).

Pingüinos es un estupendo juego viejuno (2003) que tenía como hándicap el hecho de que duraba más la preparación del tablero que la partida.

Este Ardillas voladoras deja unas sensaciones similares a Pingüinos en cuanto a movimiento y bloqueo, pero nos ahorramos el sopor de la farragosa puesta en escena.

Un juego recomendable para iniciar a los más pequeños de la casa a los juegos de mesa (juegos en general y abstractos en particular).

Kohaku

Juego de draft y colocación de losetas con una producción muy bonita (jugué con la edición deluxe y la producción es lujosísima hasta el absurdo) pero que no brilla especialmente por ningún aspecto original o atractivo.

Un juego correcto de draft y losetas pero que, como está el mercado de saturado, no va a destacar demasiado.


Pakal

Chuminada supina de juego en el que deberemos conseguir un patrón de imágenes en uno de esos puzzles de bolsillo de los ochenta en los que debías mover las fichas de una en una por el único espacio libre del tablerito.

En cada turno se muestra una loseta con tres iconos y el objetivo de la ronda, a tiempo real, es que en tu tablero personal se vean únicamente esos tres símbolos,. Eso se logra porque hay un espacio libre (el de movimiento) en el tablero y otras fichas transparentes que muestran lo que hay debajo.

Además de la loseta de patrón, se sacan tres fichas de premio. El primer jugador en conseguir el patrón del turno elegirá nu premio de entre los tres disponibles. Y luego el resto por orden. Esos premios permiten mover tu ficha en el tablero principal hasta el siguiente icono de ese premio. Ganará la partida el primero que alcance alguno de los espacios finales del tablero.

Si alguien coge una loseta de premio que muestre uno de los iconos a conseguir en el patrón de turno, no avanza.

He dicho que Pakal es una chuminda y lo es, pero una chuminada muy divertida para jugar en 15 minutillos después de una sesión de euros.

Buen filler de patrones y carrera.

No tiene precio acabar primero una ronda, y quedarte mirando la cara de concentración de los demás a sabiendas de que cuando cojan su premio no van a poder avanzar porque las fichas que quedan se corresponden con el patrón de ese turno.

Cuánto cabrón.


Silverwood Grove

Juego que ha llegado a casa gracias a Kickstarter y en el que entré por su aspecto y sus ilustraciones extremas que muchos odian y otros adoran. Yo soy de los segundos.

Sorprendentemente el juego ha llegado más de dos semanas antes de lo previsto en la campaña. Tal como está el patio esto es un logro sobrenatural.

El juego es un diseño de puntos de acción que, a pesar de su aspecto amigable con animalitos simpáticos, resulta ser bastante hijoputa porque sudas sangre para sumar puntos.

Me parce un buen diseño con una producción muy maja (aunque el inserto no deja enfundar las cartas, tocte los huevos Maria Antonia) y un reglamento total y absolutamente mierdoso que ya nos hemos encargado de torpedear los mecenas tanto en la web del proyecto de Kickstarter como en la BGG.

El autor está redactando unas FAQ que colgará en breve en la BGG.

A pesar de esto, muy contento con la compra por producción, precio y, lo más importante, por el juego en sí.



La Boca

En otra vida debí ser muy buen tipo porque de vez en cuando alguien me hace algún regalo tan molón como este buscadísimo la Boca (gràcies Toni), al que ya le hemos dado unas cuantas partidas en casa.

Otro juego de patrones a tiempo real que tiene la gracia de que debemos conseguir un patrón de fichas 3D en colaboración con otro jugador de la mesa. Según el tiempo que invirtamos en conseguirlo puntuaremos más o menos los dos jugadores. 

Cuando todos los jugadores han jugado un número determinado de rondas con cada otro jugador de la partida se suman los puntos y el que tenga más gana.

Muy buen juego semi cooperativo, pero competitivo, de construcción y, sobre todo, de comunicación.



For the King (and me)

Segundo juego de esta lista creado por Steve Finn, que supone una reedición del buen (y feísimo) filler Biblios.

En castellano ha sido editado por TCG Factory.

"Por el rey y por mí" es un juego de cartas y pujas que, como Furnace, también se juega en dos fases: en la primera el jugador activo va mirando cartas del mazo de una en una y respecto a la carta que mira decide si quedársela, si ponerla boca abajo en un mazo de pujas o si ponerla boca arriba en el centro de la mesa. Cuando ha cogido una carta para sí, ha ocultado una en el mazo de subastas y ha puesto boca arriba tantas como contrincantes, cada oponente por orden de turno elige una de las cartas y la lleva a su mano. Entonces el siguiente jugador repite el proceso. Y así hasta que se agote el mazo.

Cuando esto ocurre se inicia la segunda fase, la de pujas.

Se baraja el mazo de pujas y se muestra una carta. Entonces los jugadores pujan con sus cartas de la mano para ver quién se lleva la carta rifada. Si es una carta de mayorías o de alterar el valor de las mayorías se puja con dinero. Si es una carta de dinero se puja con cantidad de cartas de la mano.

El objetivo del juego es ir alterando unas losetas de color del tablero principal (en Biblios eran dados) para, al final de la partida, entregar puntos de victoria a cada jugador que tenga mayoría de cartas (mayor valor) en  esas losetas de color.

En Biblios cada color (cada dado) otorgaba puntos solamente a quien ganaba la mayoría. En esta edición se dan puntos al primer jugador en la mayoría y la mitad al segundo. Un cambio sutil pero muy interesante.

Estupendo filler que ha vuelto a casa (vendí el Biblios por feo y por ese tema "tan molón" de monjes).

Un acierto de Iello y TCG.


Y hasta aquí mis partidas y descubrimientos de este mes. Un mes flojucho tanto en partidas como en estrenos. Está el mercado saturado de novedades pero poca cosa me chisposa para mi gusto.

Esperando a Pfister...

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