Pésimo inicio de año con sólo 52 partidas a 17 juegos diferentes y únicamente 4 descubrimientos.
Además, enero se ha cerrado con un récord personal: primera vez en 15 años no he comprado un solo juego en el mes. Y lo peor es que el hype está por los suelos.
Habrá que seguir jugando las joyas de siempre a la espera de que lleguen algunos juegos que espero con ganas como Wayfarers, Federation o the Grand Carnival (los dos primeros ya jugados varias veces).
Vamos con los descubrimientos de enero.
Come Together
Colocación de trabajadores y tema musical, cosa que pintaba bien de inicio pero luego el juego es un ligeramente farragoso y poco intuitivo. Además mezcla mecánicas de una forma que no me acaba de gustar. Una sola partida pero no habrá segunda. Demasiado aburrido y pastoso.
Además, detesto profundamente el arte y el diseño gráfico del juego.
Clockworker
Colocación de trabajadores y activación de cartas en un juego que de inicio da el pego porque es majete y entretiene, pero creo que tiene un problema bastante grave de rejugabilidad para jugadores como yo, a quien gusta repetir.
La poca variabilidad de las partidas (hay muy pocos tipos de cartas) le da a este diseño escasa vida. Dos partidas y ya se le ve todo lo que puede ofrecer.
Aún así, un juego que no está mal, que puede caber en una ludoteca no demasiado grande para jugarlo con no jugones. y para aquellos que no quemen los juegos.
Aquí las ilustraciones y la producción sí molan mucho, sobre todo esos robotitos tan cuquis.
Big Shot
Viejunada de subastas y mayorías (2001) que, como buen juego "old school" es directo y elegante: dos normas y al turrón. Diseño con la huella de Alex Pandolph
Si encuentro uno por ahí me lo traigo para casa porque este tipo de juegos me encanta para la media horita en la que esperas al que llega tarde a la sesión o bien para descansar entre dos euros pesados.
Eso sí, me gusta más esta edición vieja que la nueva coreana.
La cosa
Semicooperativo con roles ocultos que recrea muy bien la paranoia de la película.
Al principio puede parecer que mecánicamente es un poco farragoso, pero en realidad es muy sencillo e intuitivo.
Ese cóctel de buena adaptación de la película, con unas normas sencillas y una producción bastante maja, hacen que entre de cabeza en el grupo de mis juegos preferidos de roles ocultos.
Esperando la reimpresión para comprarlo.
Y hasta aquí mi pobre mes de enero.
Espero poder volver a mis números habituales y sobre todo que se vuelvan a despertar en mí las ganas por comprar un juego.
El mes de enero suele ser un poco flojo de novedades, pero estamos a seis de febrero y mi hype sigue igual de mal.
¿Me habré vuelto un amargado lúdico?