2019 ha empezado con un número aceptable de partidas (69) y 6 juegos descubiertos. Veamos qué tal los descubrimientos.
Carpe Diem
Sencillo juego de losetas de Stefan Feld que cumple con lo que ofrece. Estamos ante un Castillos de Borgoña light, mucho más sencillo y menos combero, con una forma de seleccionar las puntuaciones de ronda muy original y acertada.
Un éxito como peso medio-ligero al que sólo le veo dos pegas: la rejugabilidad (porque aunque tiene objetivos para aburrir las sensaciones siempre van a ser las mismas) y los componentes/diseño del juego (porque en pleno siglo XXI este aspecto gráfico y diseño es casi un delito que además afecta a la preparación y despliegue del juego).
Muy recomendable si no lo vais a quemar muy rápido (creo que tiene poca mecha) y si no os importa comprar un juego extremadamente feo.
Cubirds
Pequeño gran filler en el que deberemos conseguir colecciones mediante el intercambio de cartas de nuestra mano con las de la mesa. Hasta aquí nada nuevo. La pimienta del juego está en que cuando un jugador se queda sin mano la ronda finaliza, obligando a los demás jugadoresa descartarse y dejando buenos intercambios pendientes de finalizar.
Gran filler por su sencillez de normas, por su estupendo aspecto gráfico y por sus mecánicas. Con una idea sencilla consigue desmarcarse del resto de fillers, aportando sensaciones frescas y originales.
Muy recomendable por calidad y precio.
Asesinato en Hong Kong
Juego de deducción y roles ocultos en el que un "máster", el forense, debe dar pistas de un crimen que han cometido el asesino y sus compinches (que él conoce). Además, hay un testigo que debe ayudar a la captura de los criminales sin ser descubierto.
Los demás jugadores deben descubrir al asesino, el arma del crimen y la pista principal.
El juego se desarrolla en tres rondas, en las que el forense da información del crimen colocando un marcador en diferentes losetas temáticas (lugar, motivo, etc.) ya que al principio de la partida el asesino elige arma y prueba del crimen.
Un buen juego de roles ocultos y deducción al que me gustaría dar más partidas pero que a primera impresión no supera otros juegos de su categoría y mecánica.
Escape Room the Game
Escape Room de Diset que me ha sorprendido gratamente por tener unas pistas (en general) bien integradas y sin demasiados momentos de desconexión como les ocurre a otros escapes. Junto a Unlock mi favorito de los escapes de tablero.
Urland
Viejunada molona este juego de mayorías/control de áreas con su toque de subastas.
Una joya oculta de 2001.
Peso medio que se puede jugar en poco más de una hora con una mecánica muy inteligente de desarrollo de los turnos.
A pesar de la horrible portada las cartas tienen unas ilustraciones maravillosas que me tienen enamoradito.
Gran peso medio.
Western Legends
Aventura del oeste en la que podremos movernos por el tablero haciendo lo que nos dé la santa gana: robar, jugar al póker, ser cuatrero, perseguir y capturar a los malos, lo que queramos.
Sencillo de mecánicas pero con muchos detalles que explicar, aunque una vez se asimila el funcionamiento de la partida la cosa fluye sin apenas entreturno (salvo que se haya colado algún paralítico lúdico).
Juego temático realmente divertido que quizá precisa de las expansiones para que las cartas de objeto aporten más variedad y las partidas no se vean resentidas.
Pensando seriamente en comprarlo.
Bonus track
Os paso también los comentarios de mis juegos descubiertos en diciembre. Sólo 5 estrenos en las 75 partidas jugadas.
Gugong
Eurogame de libro de Andreas Steding, autor caracterizado por diseñar juegos fríos, gélidos.
Este Gugong no se salva de esa frialdad y a menudo puede dar la sensación de ser un compendio de minijuegos bien ligados.
A pesar de eso, buenas sensaciones y con ganas de repetir.
Gunkimono
Pésima reedición de la viejunada Heartland.
Gunkimono es una mala reedición porque se limita a lavarle la cara haciendo mínimas modificaciones de reglas (desaparecen las losetas dobles) pero ese lavado de cara empeora el diseño. Heartland era muy feo, pero funcional. Gunkimono tiene una gama de colores lamentable, por lo que la estética se ha cargado la funcionalidad.
Heartland era un juego aceptable y Gunkimono no mejora nada.
Okavango
Patinazo grave de los yayos Kramer y Kiesling.
Zooloretto 2.0 descafeinado y de segunda división que no enamora en ningún aspecto: feo, plano, aburrido.
Decepcionante.
Ay mis yayos...
Perfecto hotel
Filler de cartas perfectamente diseñado. Mecánicas bien engranadas, buenos componentes, pero todo correcto sin más.
Las mecánicas recuerdan a las de muchísimos otros fillers. Y ese es el problema de Perfect Hotel: no hay una nota diferencial que aporte sensaciones nuevas. No hay nada que te permita recordarlo por encima de clásicos juegos de catas en los que se inspira y refleja.
Un juego bien diseñado, pero sin personalidad.
Ritmo y Bola
Chorrijuego de cartas que lo ha petado en casa como party game con la familia.
Risas aseguradas con la familia.
Ideal para romper el hielo y echaros unas risas haciendo el idiota en grupo.
Un éxito.
Y hasta aquí los descubrimientos de los dos últimos meses.
Hasta pronto (intentaremos darle vida al blog).