Essen no sólo es la ciudad alemana en la que los Kinks se marcaron un conciertazo mítico en 1982 dándole caña a su último gran LP, Give the People what they want. No.
Essen es también una ciudad alemana que está muy cerquita de Dusseldorf en la que se se celebra cada año la feria más importante de juegos de mesa del planeta. En menos de 15 días empieza de nuevo este fantástico evento.
Seas novato o veterano, Essen es la Meca de todo jugón. Allí vas a flipar con la cantidad de novedades que se presentan. Vas a flipar con la cantidad de gente que ves por los pasillos esos cuatro días. Vas a flipar con lo animal que es la peña comprando juegos a espuertas (gente que va con carros y carretillas llenas hasta arriba). Vas a flipar al ver familias enteras jugando a juegos de mesa (a menudo abuelos, padres y nietos juntos a echar sus partidicas). Vas a flipar (la primera vez) con lo mala y cara que es la comida allí dentro. En definitiva, VAS A FLIPAR y punto. Muy probablemente en Essen vas a padecer la versión lúdica del síndrome de Stendhal: en algún momento te vas a bloquear y no vas a saber por dónde tirar ante tanto chiringuito, tanta peña y tanto juego. Una locura.
Las primeras veces este efecto es brutal, aunque con el paso de las ediciones, la sensación va disminuyendo.
Algo así pasa con las compras. Las primeras veces compras de manera compulsiva y es imposible resistirte a tantísimas ofertas. Así que entre las novedades y los juegos a precios irrisorios vuelves con más juegos de los que podrás estrenar ese año (la ludoteca cada vez mayor también ayuda a moderarse).
Este habría sido mi quinto Essen y los dos últimos mi forma de vivir la feria ha cambiado muchísimo. Cada vez compro menos, soy más selectivo y juego más. Mucho más.
Essen te ofrece la posibilidad de jugar los juegos que te interesan y comprobar si se vienen para casa o no. Así que si compras novedades mierdosas es tu responsabilidad.
El año pasado volví con "sólo" 12 juegos. No está nada mal para lo que fueron mis primeras veces.
Así que, aunque algunos detractores de "Spiel"se quejen de que es una feria totalmente mercantilista y consumista en la que se va a comprar y no a jugar demasiado, la realidad no es ésa: si quieres juegas más que compras.
Además, Essen no es sólo esos 4 días de Essen. Essen es la preparación del viaje, estudiarte la lista de novedades de la BGG, descargar y leer reglamentos, hacer tus reservas para recoger allí, decidir qué juegos de segunda mano buscar, intentar cerrar compras de juegos rarunos en la BGG con alemanes para que te los entreguen en la feria, estudiar los planos y ver dónde está cada editorial, hacerte tu fotito con el yayo Kramer, el tito Wallace o con el feo Uwe (qué tío más mal hecho, jajajaja), encontrarte con amigos jugones de toda España y echarte tu cervecita, las partiditas en el hotel después de la feria... Diossssss quiero irrrrrrrrrr.
Este año no asistiré al que sería mi quinto Essen, y como veis por lo que explico me jode muchísimo. Y me jode no por los juegos que no podré comprar, porque llegarán muy pronto a las tiendas. Me jode por la experiencia.
Porque en Essen, por mucho que digan, no se trata de comprar juegos. Se trata de vivirlos.
Hasta la próxima.
Seas novato o veterano, Essen es la Meca de todo jugón. Allí vas a flipar con la cantidad de novedades que se presentan. Vas a flipar con la cantidad de gente que ves por los pasillos esos cuatro días. Vas a flipar con lo animal que es la peña comprando juegos a espuertas (gente que va con carros y carretillas llenas hasta arriba). Vas a flipar al ver familias enteras jugando a juegos de mesa (a menudo abuelos, padres y nietos juntos a echar sus partidicas). Vas a flipar (la primera vez) con lo mala y cara que es la comida allí dentro. En definitiva, VAS A FLIPAR y punto. Muy probablemente en Essen vas a padecer la versión lúdica del síndrome de Stendhal: en algún momento te vas a bloquear y no vas a saber por dónde tirar ante tanto chiringuito, tanta peña y tanto juego. Una locura.
Las primeras veces este efecto es brutal, aunque con el paso de las ediciones, la sensación va disminuyendo.
Algo así pasa con las compras. Las primeras veces compras de manera compulsiva y es imposible resistirte a tantísimas ofertas. Así que entre las novedades y los juegos a precios irrisorios vuelves con más juegos de los que podrás estrenar ese año (la ludoteca cada vez mayor también ayuda a moderarse).
Este habría sido mi quinto Essen y los dos últimos mi forma de vivir la feria ha cambiado muchísimo. Cada vez compro menos, soy más selectivo y juego más. Mucho más.
Essen te ofrece la posibilidad de jugar los juegos que te interesan y comprobar si se vienen para casa o no. Así que si compras novedades mierdosas es tu responsabilidad.
El año pasado volví con "sólo" 12 juegos. No está nada mal para lo que fueron mis primeras veces.
Así que, aunque algunos detractores de "Spiel"se quejen de que es una feria totalmente mercantilista y consumista en la que se va a comprar y no a jugar demasiado, la realidad no es ésa: si quieres juegas más que compras.
Además, Essen no es sólo esos 4 días de Essen. Essen es la preparación del viaje, estudiarte la lista de novedades de la BGG, descargar y leer reglamentos, hacer tus reservas para recoger allí, decidir qué juegos de segunda mano buscar, intentar cerrar compras de juegos rarunos en la BGG con alemanes para que te los entreguen en la feria, estudiar los planos y ver dónde está cada editorial, hacerte tu fotito con el yayo Kramer, el tito Wallace o con el feo Uwe (qué tío más mal hecho, jajajaja), encontrarte con amigos jugones de toda España y echarte tu cervecita, las partiditas en el hotel después de la feria... Diossssss quiero irrrrrrrrrr.
Este año no asistiré al que sería mi quinto Essen, y como veis por lo que explico me jode muchísimo. Y me jode no por los juegos que no podré comprar, porque llegarán muy pronto a las tiendas. Me jode por la experiencia.
Porque en Essen, por mucho que digan, no se trata de comprar juegos. Se trata de vivirlos.
Hasta la próxima.
Emotiva entrada. Se nota que te duele.
ResponderEliminarLeyéndote me ha recordado -obviamente- al Festival del Córdoba, que ha terminado hoy, que me lo he perdido, y me duele muchísimo, ya que éste iba a ser mi 9º año consecutivo
:(
Ya nos compensará el karma lúdico, espero xDD
Sí, los años que no puedo ir tengo mucha pena. :(
ResponderEliminarIntentaremos compensarlo con partidas.
Ánimo!
Yo soy de los que se agobiaron. Cierto, es una experiencia única, pero si las masas, hordas de gente, no las manejas bien, tienes un problema. Yo al menos, me fui con la sensación de no haberlo disfrutado como esperaba. Eso sí, soy plenamente consciente de que es algo personal.
ResponderEliminarLo que si creo es que debo tener el record de menos gasto en la historia. Creo que gasté unos 35 euros en total :)