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viernes, 15 de julio de 2016

Mundo viejuno: esclavos de lo nuevo

En "mundo viejuno" vamos a reivindicar juegos veteranos, de más de 10 años, porque ya se sabe que en este mundo de los juegos de mesa todo lo que no está a la última ya no interesa demasiado.




Ayer tuve la suerte de poder escaparme a una de esas sesiones nocturnas que organiza JugarxJugar, una estupenda tienda de Barcelona con dos de los mejores tenderos de la galaxia.

En la sesión pude jugar a cuatro juegos, dos nuevos (Brick Party y Quantum) y dos antiguos, casi reliquias lúdicas, (Winner's Circle y Edel, Stein & Reich), y la verdad es que en cuanto a diversión no hubo color: las reliquias aplastaron a las novedades. 

Esta circunstancia es la que ha provocado que escriba este artículo, que no pretende otra cosa que evidenciar esa obsesión que tenemos los jugones por estrenar y estrenar novedades, olvidando a menudo, que existen muchas joyas, ya consagradas, aún por descubrir.

Como sabréis quienes os asoméis de vez en cuando por aquí, este blog tiene una sección llamada "Mundo Viejuno" en la que procuramos sacar a flote juegos antiguos, old fashioned, casi vintage, que no tienen ya, ni tendrán nunca -salvo reedición-, repercusión alguna en el mundillo.

Esa sección no tiene demasiada repercusión en el blog. Al contrario, es una de las menos visitadas que, si algo provoca en general es el chascarrillo, la coña y el chiste fácil: que "si no tiene más de diez años no le va a gustar a Blackie", que "a la Ficha Negra sólo le gustan los juegos con olor a rancio...", etc. etc. 

Tanto en la web como en las redes sociales podemos leer debates interminables, retóricos, a menudo grandilocuentes y casi siempre pretenciosos sobre si el juego es o no es cultura. 
A la vista del desprecio por los juegos antiguos me pregunto si estos tertulianos se refieren sólo a los juegos actuales  o también lo son los antiguos, que nunca se mencionan.

Cuando hablamos de literatura no me entra en la cabeza menospreciar u olvidar los grandes clásicos. Me parece que no puedes alardear de ser un lector empedernido si no sabes quienes son y no has leído "Rojo y Negro", "Madame Bovary", "Cien años de Soledad", o decenas, centenares de obras de este calibre.

Lo mismo ocurre con el cine o la música popular. Es inconcebible ser apasionado de estas disciplinas y no beber de los clásicos. 

Al experto en literatura, al experto en cine, al experto en rock se le exige conocer y beber de los clásicos. En los juegos de mesa ese conocimiento de lo antiguo es "casi" una lacra.

He tenido charlas con compañeros blogueros y aficionados de culo duro en las que se afirmaba radicalmente que en el mundo de los juegos quienes opinamos y escribimos sobre esta afición "tenemos" que estar siempre al día para satisfacer a los que nos leen, que si no escribimos sobre lo nuevo no nos van a visitar. En parte eso es cierto, hay que estar al día de lo nuevo, pero también es cierto que, como "generadores de opinión",  haremos buena labor si descubrimos a los demás juegos buenos, juegos de los que nadie va a hablar, por viejos.

Desde este rincón de opinión animo a los aficionados a buscar y rebuscar joyas olvidadas, porque en el fondo, cuando descubres un juego editado hace veinte años y te enamoras de él, ese descubrimiento no deja de ser nuevo...para ti.

Y en el fondo buscar y rebuscar joyas escondidas es otra parte más de la afición y, en lo personal, una muestra de inquietud y, sobre todo, pasión por este hobby.

martes, 24 de noviembre de 2015

Seguimos jugando en el cole





Desde hace más o menos un mes y hasta abril, la Ficha Negra continúa en su intento de descubrir el mundo de los juegos de mesa a los más pequeños.

El Ayuntamiento de Barcelona nos ha vuelto a contratar por tercer año consecutivo para impartir una actividad extraescolar en dos escuelas públicas de la ciudad. Así que ahí estamos los miércoles y los jueves al salir de clase para jugar, divertirnos y descubrir un montón de juegos desconocidos para los niños.
Haciendo cantera con juegos narrativos, de destreza, de agilidad visual, de estrategia, de memoria, etc. De todo un poco para que guste a todo el mundo.

Gracias a nuestros dos patrocinadores habituales Devir y Mercurio y también a Brain Picnic que este año ha colaborado aportando juegos para poder usar en los talleres.

Es una suerte y un placer poder trabajar en los coles a través del juego.

Seguiremos jugando. 

jueves, 22 de octubre de 2015

Jugando en serio: el crowfunding y los juegos de mesa

En "Jugando en serio" vamos a abandonar un poco el carácter "magazine" de The Black Meeple y a opinar y reflexionar sobre aspectos del mundo del juego desde un punto de vista más crítico. Blogosfera,contenidos, editoriales, el juego como necesidad y como herramienta educativa serán algunos de los aspectos sobre los que, de vez en cuando, iremos dando nuestra opinión.



Casi todos los que estáis leyendo este artículo sabéis ya lo que significa el crowfunding. Para aquellos despistados diremos que el crowfunding (micromecenazco) es una forma de recaudación de fondos colectiva dirigida a la financiación de un proyecto determinado. Quienes plantean esta clase de recaudación de fondos presentan su proyecto en una de las plataformas de internet creadas para ello y solicitan que los mecenas vayan aportando dinero a cambio de obtener algo al final del proceso. Si se alcanza la recaudación objetivo el proyecto se financia y ve la luz. Si no, no sale adelante.

En España existen diferentes plataformas de financiación colectiva (podéis echar un vistazo aquí) y en relación a los juegos de mesa la más popular es Verkami (Kickstarter como plataforma internacional más famosa).

Así, centrándonos en los juegos de mesa, la idea del crowfunding se planteó inicialmente como una oportunidad para que los autores sin recursos pudiesen publicar sus juegos mediante la seducción a los mecenas, quienes se convertían simultáneamente en consumidores y patrocinadores.

Este planteamiento suponía a priori  una excelente noticia para los compradores de juegos, que iban a tener "más mercado" y mejores diseños: aquellas joyas que, probablemente por diferentes cuestiones de mercadotecnia, no iban a ver la luz.

Con el tiempo, la segunda de las premisas se cumple siempre: hay más mercado. La primera -la de una oportunidad para que los autores sin recursos publiquen sus juegos-  no se da siempre pues el uso del crowfunding, su esencia, se ha corrompido hasta el punto de que grandes empresas del sector de juegos utilizan las campañas de micromecenazgo como una manera de limitar sus riesgos. ¿Cómo puede ser que empresas como, por ejemplo, Queen Games planteen sus proyectos en estas plataformas? Queen Games y muchas otras empresas grandes convierten una herramienta útil y necesaria para la gente sin recursos en un instrumento del capitalismo para la minimización del riesgo. Lamentable. Desde aquí boicot.

Como apunto, la esencia del crowfunding se ha pervertido. Pero este no es el único punto negativo de la creación de juegos de mesa a través de estos mecanismos.

Cada vez hay más juegos de mesa editados en todo el mundo por editoriales y, si a esa gran masa de juegos le añadimos los juegos financiados por crowfunding, la cantidad de juegos disponibles es descomunal. Esta abundancia no es negativa pues para que haya base, para que haya industria, una buena, tiene que haber muchos juegos (buenos y malos). Como consumidores de juegos debemos alegrarnos de esta cantidad, pero no se puede decir lo mismo la calidad. Me explico.

El problema básico de los juegos editados por crowfunding es que a menudo acaban convirtiéndose en productos amateur que ven la luz sin estar suficientemente probados (testeados como mal decimos la gente del mundillo). Es cada vez más frecuente ver juegos que a los dos días de ser financiados o recibidos por los mecenas, tienen que ser retocados por la "variante del autor" (aquí un ejemplo) o por una expansión imprescindible para que el juego deje de estar roto (cuestión descubierta por los jugones después de jugar unas cuantas partidas).

Obviamente no todos los juegos editados por crowfunding adolecen de estos problemas, pero cada vez más da la impresión de que los juegos que nacen por esta vía están mal acabados, incompletos o simplemente son malos diseños.

En definitiva tenemos cada vez más juegos publicados, muchos de ellos de dudosa calidad, que se presentan a través de una herramienta mal utilizada y explotada de forma abusiva por grandes empresas, entonces ¿quién sale ganando?
Si el consumidor arriesga, si el producto final no siempre es satisfactorio y si el mercado se satura con productos (no todos) de una calidad regulera, ¿quienes son los beneficiados?:

- Las ya mencionadas editoriales, que abusan del crowfunding y reducen a cero el riesgo de su inversión.
- Los autores, que consiguen que su proyecto se publique y reciben así una satisfacción tremenda. 
- Y el señor Verkami (o Kickstarter) que comisiona por cada eurete o dolar que le enviamos a todo proyecto.

En el caso de los autores la cosa está llegando a cotas un poco surrealistas, hasta el punto de ver proyectos en los que los propios autores ponen su dinero para que el juego vea la luz (dos ejemplos aquí y aquí). Una locura.

En el caso del "señor verkami" (o Kickstarter) no hay duda: es el que pilla cacho.

Esta reflexión no puede extenderse a todos los proyectos lúdicos de micromecenazgo (hay campañas de crowfunding extraordinarias, con productos de una calidad excelente y que además cumplen con la esencia de las plataformas de financiación): tampoco se pretende aquí demonizar este (a priori) útil instrumento últimamente prostituido, claro que no. Lo que se intenta es reflexionar sobre una tendencia cada vez mayor y que de seguir así petará.

Y en el fondo, gran parte de culpa también es de los consumidores que ponen el dinero (algunos) casi de forma compulsiva. Se nos da lo que queremos, JUEGOS a tutiplén, y nosotros pagamos.


jueves, 3 de julio de 2014

Jugando en el cole


El tercer y cuarto trimestre del pasado curso escolar el Ayuntamiento de Barcelona contrató a la Ficha Negra para desarrollar una actividad extraescolar de juegos de mesa en dos escuelas públicas de la ciudad.

De enero a junio 13 niños de 8, 9 y 10 años han descubierto el mundo de los juegos de mesa gracias a la ludoteca particular de The Black Meeple y en especial a la fantástica colaboración de Devir, pues la editorial catalana ha aportado un montón de juegos de mesa ideales para el desarrollo de la actividad.

Laberinto Mágico, Escalera encantada, Fantasma Blitz, Genial y Poker de Bichos, entre otros, han sido auténticos éxitos en el taller.

Los niños han descubierto cerca de 40 juegos de mesa en el taller, que ha sido un exitazo. Muchos juegos han triunfado entre los pequeños: Dobble (uno de los hits), Adiós Amigos, Kaleidos, y un largo etcétera han despertado el interés por los juegos de mesa.

El año que viene el Ayuntamiento no sólo mantiene el taller sino que amplía la actividad a un segundo grupo. Un acierto que la administración apueste por los juegos de mesa como actividad extraescolar y por el juego como herramienta educativa.

Como educador que ha desarrollado la actividad quiero aprovechar este blog para agradecer a DEVIR su generosa colaboración, y desde aquí invito a otras editoriales a colaborar para el próximo curso. Cualquier aportación será bien recibida y agradecida tanto en los dos talleres organizados por el Ayuntamiento como en una tercera escuela pública de Barcelona que ha organizado una extraescolar gracias a la asociación de padres.


A seguir jugando.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Jugando en serio: ahogados en la información


En "Jugando en serio" vamos a abandonar un poco el carácter "magazine" de The Black Meeple y a opinar y reflexionar sobre aspectos del mundo del juego desde un punto de vista más crítico. Blogosfera,contenidos, editoriales, el juego como necesidad y como herramienta educativa serán algunos de los aspectos sobre los que, de vez en cuando, iremos dando nuestra opinión.



Ahogados en la información

Hablando últimamente con jugones, blogueros y frikis varios, me comentan que están perezosos, saturados de tanta información lúdica. Me dicen que ya no se leen el cuerpo de las reseñas y que directamente se pasan a la opinión y a las conclusiones. Me cuentan que prefieren una reseña en un podcast que la lectura de la review del mismo juego en dos sitios diferentes.

Además, últimamente también me doy cuenta de que se me escapan posts que me interesan. Y se me escapan porque los agregadores como Planeta lúdico muestran todo lo que se publica. Tanta publicación provoca que más de un post interesante quede escondido, ahogado por la avalancha de información.

Hay muchas publicaciones diarias, sí, pero pocos blogs que tengan hilo conductor, estructura, continuidad y, en definitiva, rigor.

Así, el panorama que tenemos no es demasiado positivo que digamos: infinidad de blogs de juegos de mesa que publican una media de veinte posts anuales.

La fórmula es sencilla: ingente cantidad de blogs más poca continuidad en las publicaciones. El  resultado es obvio: muchos posts diarios, demasiado heterogéneos y con contenidos a veces superficiales o repetitivos (repetición de noticias, reseñas requetevistas, etc.) que asfixian contenidos más apetitosos.

Todos estos comentarios y sensaciones me han hecho cambiar de opinión en una cosa que tenía clara: antes pensaba que cuantos más blogs mejor, que cuanta más información más enriquecedor. Pero visto el desarrollo de la blogosfera debo decir que mi opinión ahora es otra.

Cada año se abren un montón de blogs de juegos de mesa. A los pocos meses la mitad han desaparecido.
Más que difundir los blogs saturan. Más que aportar nuevos contenidos, redundan. Más que dar seriedad a la tarea del bloguero la hacen (más) amateur.

Quizá por todo esto que comento los podcast le están ganando terreno a las reseñas escritas. Y quizá por todo esto, y por su inmediatez, otros canales como el twitter se están convirtiendo en espacios de debates lúdicos interesantes (no en mi caso pues no acabo de entender el twitter y su prontitud).

Muchos dirán que eso de “contenidos más apetitosos” es algo totalmente subjetivo y que lo que puede gustar a unos puede no interesar a otros. Cierto. Pero no me refiero a éso.

Otros podrán interpretar estas líneas como una postura elitista o arrogante pero desde luego esa no es mi postura. Valoro el trabajo de todo el mundo y el esfuerzo de cualquier post, pero sí creo que iniciar la aventura de un blog y abandonarlo al cabo de equis meses no hace demasiado bien a esta afición. Lo único que consigue ese nacimiento y posterior abandono es llenar de ruido una blogosfera que, me parece, empieza a estar saturada o aburrida de nosotros.


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